Y el Madrid sacó su fusil

09.12.2015 11:05

Manuel P. Abascal / Foro Deportivo

Real Madrid 8 – Malmö 0.

No hay mejor bálsamo para curar heridas que la llegada de los goles, los goles son la salsa de todo este circo del fútbol y cuando se produce una sangría como la anoche  sirve además para hacer historia (el Madrid junto al Liverpool, únicos equipos que han alcanzado la cifra de 8 goles en un partido de Champions League, curiosamente, ambos equipos entrenados por Rafa Benítez). De los ocho goles, cuatro conseguidos por el “man of the match”: Cristiano Ronaldo, que atisbó la posibilidad de conseguir un nuevo record en su magnífica carrera y no lo dejó pasar (máximo goleador de la historia de la Champions League en su fase de grupos con 11 tantos), ya sabemos de la capacidad de Cristiano en convertir lo inalcanzable en algo normal, 335 goles en 321 partidos oficiales con la blanca, cotas inverosímiles y números imposibles de alcanzar para cualquier jugador terrenal salvo para el mejor goleador de la historia de este deporte.

Más allá de los números, el Madrid comenzó el partido con un nivel intensidad alto y muy activo presionando la salida del balón tras pérdida muy arriba, con la línea defensiva muy adelantada y con la ausencia de Bale, jugando con un 4-4-2 con CR7 y Benzema intercambiando posiciones de ataque, descolgándose y participando de la creación del juego. En el medio con Casemiro al quite, Kovacic hiperactivo en todas las funciones que se le suponen al buen centrocampista y con James e Isco en sus versiones más creativas. Pero me quiero detener en la figura de Karim Benzema, porque lo que es un hecho es que la presencia del delantero francés es fundamental en el juego de ataque del equipo, cae a banda, se asocia con facilidad,  actúa con gran inteligencia con y sin balón y muestra tanta capacidad de cara a gol ( autor del 1-0 y del 2-0, 13 goles en 12 partidos en lo que va de curso futbolístico 2015-2016) como capacidad para hacer mejores a sus compañeros, en especial a Cristiano, que todo sea dicho, es feliz con el francés al lado porque potencia todas sus virtudes. Enfrente, un equipo sueco que empezó bien plantado pero que a medida que caían los goles su imagen se iba desdibujando hasta convertirse en un juguete roto en manos del equipo blanco. Blando en defensa y sin respuesta en ataque, un perfecto invitado para la redención.

Con el 3-0 obra de Cristiano se llegó al descanso y todo quedaba en manos del Madrid, ¿se tomaría la segunda parte de una manera sabática como ante el Getafe o por el contrario, regalaría a su gente un partido completo en intensidad, actividad y buena propuesta?. Sin duda fue lo segundo, cayeron cinco goles más que vienen de fábula para ir recuperando sensaciones e ir ganando tiempo a la espera de que regresen las mejores versiones de jugadores fundamentales como Kroos, Modric o Bale.

El resultado final quedará para la historia, el partido no, pero quizás sea un punto de inflexión en la mejoría del equipo, mientras tanto, el Madrid desempolva su fusil.

 

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