Volvamos al espíritu de Oliva
06.05.2016 12:37Nacho Cortés / Foro Deportivo
El pasado lunes se consumó lo que ningún granota quería pero lo que todos estábamos viendo que iba a pasar, desde hace ya dos temporadas atrás, pero sobre todo desde esta pretemporada.
Cuando se descendió en la temporada 2007-08, tras una temporada muy parecida a esta, inmerso durante toda ella en los puestos de descenso nos vimos casi abocados a la desaparición, con una deuda inmensa y con unos jugadores que al no cobrar abandonaron el club corriendo, denunciando su situación a la LFP.
Con esta situación tan calamitosa, se llegaba al comienzo de pretemporada, a escasas semanas de comenzar la nueva andadura en la división de plata, con 8 jugadores y un entrenador casi desconocido pero que dos temporadas más tarde nos haría tocar la gloria, Luis García Plaza, sin dinero pero con unas ganas tremendas de armar un equipo con garantías se fue poco a poco completando la plantilla, con jugadores que llegaban gratis, muchos de Segunda B, desconocidos, pero de la tierra, con ganas de comerse el césped cada partido y de devolver a club que les había fichado con esfuerzo y sacrificio la confianza mostrada al ficharlos.
El club estaba inmerso en la ley concursal, y todo tenía que pasar por el administrador concursal, Vicente Andreu, que meses más tarde nombraría a Quico catalán como presidente.
En estas primeras temporadas se buscaban fichajes a coste cero, ya que no había dinero, se fichaba barato y bien, sin derrochar ni un solo euro, con jugadores acordes al sistema de juego de nuestro equipo, así se consiguió lo que parecía un milagro, en el año del centenario de nuestro club, con el presupuesto más bajo de la división, ascender a la máxima categoría.
En las siguientes temporadas se siguió con la misma tónica, eso nos llevo a lo máximo que hemos conocido, llegamos a ser líderes de primera división y jugar en Europa. Con un equipo en el que llegaron a jugar en el once inicial siete valencianos.
Pero al salir de la ley concursal y empezar a tener dinero, empezaron los problemas.
Los representantes comenzaron a merodear por las oficinas granotas, Manolo salvador, hasta la fecha el autentico artificie de esta situación, comenzó a dejar de ser “director deportivo”, y empezaron a salir de nuevo los vicios de antaño.
Renovaciones de jugadores absurdas, fichajes de jugadores que no tenían hueco en el equipo por sistema o simplemente porque esa posición estaba ya cubierta, la muestra más palpable esta temporada, con cuatro porteros en el equipo, renuncias a jugadores por supuestamente tener que pagar un traspaso alto, caso de Caicedo, un millón tuvo “la culpa” de que no volviera jugar de granota, meses después, se pagaba lo mismo por Trujillo, jugador que prácticamente no ha jugado.
Se volvió a fichar por video, como se hacía en la época Villarroelista, quizás, porque esa época nunca terminó, la mayoría de la antigua directiva estuvo a la sombra hasta que termino la ley concursal y pudo de nuevo salir de las tinieblas, para manejar de nuevo a su antojo las riendas de “su club”.
Se empezó a perder la identidad que nos había llevado a ser grandes, el eslogan “que grande es ser pequeño”, comenzó a desaparecer.
Para colmo y guinda de despropósitos, esta pretemporada la planificación deportiva fue de mal en peor.
Comenzando por la renovación del entrenador, Lucas Alcaraz, que no tenía el beneplácito ni de parte de la plantilla, ni de la directiva ni mucho menos de la afición.
Luego apareció un empresario norteamericano, Robert Sarver, dueño de los Suns de Phoenix, equipo de la NBA, el cual estaba dispuesto a comprar el club.
Su promesa era muy golosa, entre otras cosas se comprometía a abonar la deuda que restaba del club, reformar el estadio y darle al equipo un salto de calidad en cuanto a fichajes.
Tras un mes deshojando la margarita de si se vendía o no se vendía, mes en el cual el club estuvo totalmente parado en lo que a tema deportivo se refiere, en una votación entre los máximos accionistas del club, se decidió no venderlo a este empresario.
Sin entrar en si fue un error o no venderlo, lo que si fue un gran error fue estar un mes parado sin reforzarse, en ese mes los demás equipos si lo hicieron, y cuando la secretaria se volvió a poner en marcha ya era muy tarde, no quedaba nada, o si, quedaba solo lo malo o lo caro.
Y para rematar, se renovaron a jugadores que no tenían calidad para poder jugar en primera división, dejando ir a otros que si, y que mientras han estado en este club han demostrado con creces su valía.
En ese momento comenzó a escribir nuestro equipo su descenso.
Esto unido a la caza de brujas a la que desde hace tres temporadas hemos sido sometidos por el máximo mandatario de la LFP, por la supuesta compra del partido frente al Zaragoza y al Deportivo, y a la “mala vida” de algunos componentes de la plantilla, los cuales les ha ido demasiado la fiesta, han hecho que esta temporada haya tenido el desenlace tan desagradable que ha tenido.
Hay que volver ocho años atrás y comenzar otra vez desde cero, volver a ese eslogan que nos enamoró, “Que grande es ser pequeño”. Volver a esa unión jugadores-plantilla, jugadores que eran capaces de emocionarse a la llegada del autobús, al ver a cientos de aficionados recibirlos, y ellos, dentro de su autobús, animar a los que nos encontrábamos fuera, en la calle recibiéndolos.
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