Previa Celta de Vigo-Valencia por Enrique Piñana

07.11.2015 00:21

Una final en noviembre (Celta de Vigo – Valencia CF, Sáb. 16:00)

Mucho se juega el Valencia este sábado a las 16:00 en Balaídos, bastante más que tres puntos. El Celta, equipo revelación en este inicio de temporada, medirá la profundidad a la que se encuentran los de Nuno, que ha dejado a Negredo fuera de la convocatoria por sexta vez consecutiva. La derrota cosechada en Bélgica supuso un duro golpe para la ya mermada moral del equipo. La crisis y el distanciamiento entre la plantilla y el técnico luso es cada vez más evidente. Las últimas informaciones señalan que a los jugadores les molesta el trato que está recibiendo Negredo, lo cual unido al descontrol de formaciones y cambios de posición a los que somete Nuno a los suyos, podrían ser algunas de las causas de esta deriva aparentemente irremediable.

Debido a las molestias de Feghouli, es probable que juegue Mina en banda derecha, por tanto no habría un delantero en el banquillo si fuera necesario. Parece que a Espirito Santo le importa más su ego que las necesidades deportivas del equipo. A ello se suman la baja forma de jugadores clave como Fuego o Gayà, que parecen haber sido contagiados por el estado anímico de la mayoría de sus compañeros.

Los de Berizzo recibirán a los chés en un feudo en el que ya han humillado a rivales de la talla del Barça. Su estado de forma no sorprende a nadie, ya que es un equipo que se gusta jugando, esté quien esté en el banquillo. Al orden táctico y la solidaridad se unen la magia y velocidad de un tridente ofensivo espectacular compuesto por Nolito, Aspas y Orellana. El equipo vigués ha sabido encontrar en Wass a un perfecto escudero que surte de balones a los tres de arriba, y juega entre líneas como si llevara toda la vida combinando con sus compañeros.  Este juego podría suponer un serio problema para los de Nuno. La línea de ‘presión’ en la medular se ve superada con facilidad, y habitualmente los delanteros rivales encuentran situaciones de uno contra uno que hacen que Jaume se tenga que emplear a fondo para no encajar gol.

El corazón de los valencianistas les pide que crean, pero la cabeza les dice otra cosa. Balaídos puede suponer la sentencia definitiva a un proyecto que comenzó hace poco más de un año, y que se ha llevado por delante a gente de la casa, gente que estaba aquí por orgullo, y no por negocios. El Valencia CF siempre se ha levantado una vez más de las que se ha caído, pero para ello debe haber sacrificio, entrega y pundonor, los jugadores deben saber que el escudo del Valencia CF no se viste, se porta. Quien teme perder, ya está vencido, y eso el valencianismo jamás lo va a permitir.

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