Otra desilusión ante su público

Rubén Díaz / Foro Deportivo

GRANADA 1-OSASUNA 1

El Granada volvió a empatar una vez más en su estadio (1-1), esta vez frente al colista y se queda ya a 6 puntos de un Valencia, que con un partido menos, cierra la zona de salvación.

El partido no podía empezar de peor manera para un Granada que comenzó algo lento e impreciso en sus pases, Oriol Riera, aprovechó a la perfección un pase de Berenguer para definir ante Ochoa y firmar así el 0-1 en el marcador en el minuto 12 de partido. Esta renta pudo ser mayor al descanso, pero el juez de línea estuvo acertado en señalar fuera de juego en una jugada que terminaría con el posterior remate a la red de un Oriol Riera que inquietó bastante la portería del Memo Ochoa. El Granada por su parte atacaba sin peligro y solamente un tiro de Tabanou desde fuera del área pudo cambiar el signo del encuentro, pero despejó a la perfección el portero Mario Fernández.

Tras el descanso, los jugadores del Granada comenzaron a un ritmo diferente, tal vez con “los ojos inyectados en sangre” como dijo Lucas Alcaraz en su rueda de prensa previa al partido, y es que el Granada inerte y fallón de la primera mitad cambió radicalmente en la segunda parte y acosó una y otra vez la meta del arquero rojillo. El entrenador nazarí movió el banquillo y sustituyó a los  que estaban siendo de lejos, los dos peores jugadores de la primera mitad, Aztili y Vezo, para dar más frescura al ataque granadinista con la entrada de Alberto Bueno y Ponce. Transcurría el minuto 69 de partido cuando Ponce, tras una buena jugada colectiva, se revolvía dentro del área y disparaba al palo, pero la jugada no acabó aquí, Bueno fue al rebote de la madera, pero su disparo lo atajo el portero osasunista, que dejó el balón muerto para que Kravets lo empujara al fondo de las mallas y firmara de esta forma el empate en el luminoso, resultado que no se movería durante los minutos siguientes. Los jugadores de Osasuna reclamaron fuera de juego, pero de nada sirvió tanta protesta y el gol subió al marcador.

Tras el gol parecía que la remontada estaba cada vez más cerca, la afición quería llevar en volandas a un Granada que no tenía nada que ver con el de los primeros cuarenta y cinco minutos. En el minuto 73 de partido, una niñera de Uche, que dio un empujón sin balón al delantero Sergio León, fue señalado como agresión por el colegiado canario que inmediatamente expulsó al jugador nigeriano del Granada, que en ese momento jugaba como central y cambió radicalmente los planes de ambos entrenadores, así como el ritmo del partido. Lucas tuvo que dar entrada a Gastón Silva para volver a la defensa de cuatro y el entrenador Petar Vasiljevic dio entrada a Fran Mérida y Jaime Romero buscando más profundidad en las bandas y control en el mediocampo. A pesar de la expulsión de Uche, el Granada lo siguió intentando, aunque cada vez con menos peligro, debido entre otras cosas al cansancio de sus jugadores tras el esfuerzo realizado por empatar la contienda y a la falta de un jugador en el campo. Osasuna, que tuvo las ideas más claras durante el partido, buscó el segundo gol a base de jugadas rápidas a la contra, pero no tuvo suerte en ninguna de las oportunidades que tuvo. Ya en el tiempo de descuento, el árbitro volvió a expulsar a un jugador del Granada, esta vez por doble amarilla al delantero Ponce, que entró en la segunda mitad y que dio un manotazo a un jugador rival en un salto por un balón aéreo.

Con el pitido final, reparto justo de puntos entre estos dos clubes, que no altera posiciones en la zona baja de la clasificación, aunque queda una jornada menos para el final de la competición y la salvación sigue estando cada vez más complicada. La próxima semana el Granada visitará el estadio de un Espanyol que perdió en su visita a Mestalla y Osasuna recibirá a un Sevilla crecido tras su reciente victoria ante el líder de la clasificación.