No te rindas

10.10.2015 18:02

Alberto Gil / Crónicas del Pueblo

A ti, mujer;

Sí, a ti que tuviste amor de blanco amanecer

Y ahora sufres el del negro anochecer.

 

A ti, que te dejabas empapar del rosado rocío de la ilusión;

Sí, tú que sonreías sin remisión

Y ahora lloras con violácea desesperación.

 

A ti, zarandeada por puños cobardes

Y golpes traidores

Y palabras mortales.

 

 A ti, que callas

Y lloras

Y ocultas.

 

¡No te rindas!

¡No desistas!

¡No te sumerjas!

 

A los puños cobardes, tus miradas de estrella;

A los golpes traidores, tus caricias de pluma;

A las palabras mortales, tus aromas de azucena.

 

Rendirte al presente, es darle la inmerecida razón;

Desistir del futuro, es otorgarle el deseado premio;

sumergirte en el pasado, es concederle el pretendido galardón.

 

 No, no te rindas porque eres fuerte;

No desistas porque eres valiente;

No, no te sumerjas porque tú puedes y lo vales.

 

¿Y él?

Él ni puede ni lo vale,

Ni nada merece.

 

Sus puños cobardes, nada valen;

Sus golpes traidores, nada merecen;

Sus palabras mortales, nada pueden.

 

No te rindas,

Di no al pasado y sí al presente y sí al futuro.

No desistas,

Habla, ríe y sal.

No te sumerjas,

Sueña y lucha y vuela.

 

Un nada tuyo, es un mucho mío;

Un quizás tuyo, es una certeza mía;

Un pasito adelante tuyo, es un gigante salto mío.

 

¡No te rindas!

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