Garbiñe Muguruza se mete en la final de Wimbledon

Víctor Díaz / Crónicas del Pueblo

El tenis español solamente cuenta con una victoria en Wimbledon dentro de la categoría femenina, la que lograra en 1994 ante Martina Navratilova la hoy capitana de Copa Davis y Copa Federación, Conchita Martínez; y no metía a una jugadora en el partido definitivo desde que Arantxa Sánchez Vicario perdiera las dos finales posteriores (1995 y 1996) ante Steffi Graf. Sin olvidarnos de la histórica Lilí Álvarez, la primera en comparecer en la gran cita y hasta en tres ocasiones consecutivas, entre 1926 y 1928.

Pues bien, diecinueve años más tarde España volverá a contar con presencia en la final femenina, ya que Garbiñe Muguruza ha dado un pasito más para entrar en la historia, derrotando en la primera de las dos semifinales a la polaca Agnieska Radwanska por 6-2, 3-6 y 6-3. Su rival en la final del próximo sábado supondrá para ella completar el más difícil todavía, ya que deberá derrotar bien a la gran favorita, Serena Williams; bien a María Sharapova.

La hispanovenezolana entró en la pista como un verdadero ciclón, sacando literalmente del partido -en lo deportivo- a Radwanska con su amplia gama de golpes de derecha y con el revés. Un vendaval que ya rompió el saque de su rival en el primer juego, y que se anotó la manga con una autoridad más aplastante aún de lo que indica el 6-2.

Parecía que Garbiñe continuaría con su exhibición y dominio del juego en el primer tramo de la segunda manga, que inició exactamente igual que la primera, con un break. Pero con 3-1 la polaca optó por variar su táctica de juego, utilizando frecuentemente los reveses cortados e incomodando sobremanera el juego de la española, que también bajó un poco el nivel. 

Resultado: cinco juegos consecutivos para Radwanska (3-6 en el segundo set)... que, en verdad, fueron seis porque la finalista de 2012 empezó el set decisivo quebrando el saque de la española. Afortunadamente, Muguruza reaccionó rápidamente haciendo el "contrabreak", y consiguió no sólo cortar la racha de Radwanska, sino sobre todo seguir agarrada al partido.

La irregularidad predominó en los siguientes juegos, con Garbiñe haciendo y deshaciéndolo casi todo especialmente con su saque, ya que su adversaria intentaba jugar con su inexperiencia en estas lides arriesgando lo justito con sus golpes. Así, hasta que Muguruza logró volver a hacer "break" en el sexto juego (4-2), el cual supo mantener hasta el final.

Con 5-3 e iguales en el noveno juego, un error de Radwanska al frenar el punto y  pedir el "ojo de halcón" y creer -erróneamente, claro está- que el tiro de la española se había ido fuera; y un excelente "smash-volea" de Garbiñe después de un gran saque cerraron el duelo e hicieron que la nuestra se echara sobre la hierba de la pista central del All England Lawn Tennis and Croquet Club para saborear su éxito. 

Ojalá el sábado, pese a la visible dificultad de la empresa, pueda repetir gesto ante Serena o Sharapova; porque la trayectoria de Muguruza en Wimbledon 2015 merece que consiga ingresar definitivamente en los libros de la historia del tenis como la segunda mujer española en ganar en la catedral del tenis... y la cuarta persona en total con la misma nacionalidad, junto a Santana (1966), Conchita (el comentado 1994) y Rafa Nadal (2008 y 2010).