La solidez por bandera (0-2)
05.10.2015 13:39Víctor Díaz / Foro Deportivo
RAYO VALLECANO 0-BETIS 2
Dos de dos para el Betis en su doble compromiso fuera de casa antes del próximo parón por selecciones. Y si la pasada semana en Gijón el equipo de Mel se vio beneficiado por su efectividad, ayer en la matinal vallecana los verdiblancos también hicieron gala de una enorme solidez como bloque, parecida a la de los segundos tiempos ante Real Sociedad y Valencia, cuando jugaron en inferioridad. Es el tercer triunfo de la temporada en siete partidos, lo que hace que el Betis se coloque con once puntos, en la octava posición, a la misma distancia del descenso que del liderato, cinco puntos.
Escaldado porque en sus últimas visitas a la que fuera su casa se había llevado no menos de tres goles, Mel varió acertadamente su sistema, pasando de su fútbol de toque a esperar al rival en campo propio. Eso desconcertó sin duda a la tropa rayista, empezando por su entrenador, Paco Jémez, que no supo cómo hincarle el diente al equipo bético.
Poco trabajo, bastante menos que en Gijón, tuvo un Antonio Adán que, no obstante, se mostró tremendamente seguro las pocas veces que el Rayo, pese a estar merodeando el área, le puso en ciertas dificultades. Todo ello gracias principalmente a la enorme fiabilidad que transmite la ya consolidada pareja formada por Bruno y Westermann.
"Westerbauer" abre el marcador
El alemán, junto al retornado Joaquín, se está convirtiendo en el fichaje del año en la entidad verdiblanca, ya que no sólo evita goles con su poderoso juego aéreo, sino que además hasta se permite marcarlos. Su salida de balón a lo Beckenbauer –“Westerbauer” le llamaban ayer en las redes sociales- y su definición ante Toño tras combinar con Rubén Castro no sólo puso por delante al Betis a los veinte minutos (0-1), sino que supuso la constatación de que ahí hay un central, acierto que hay que atribuirle a Eduardo Maciá, quien ya empezaba a ser discutido por su planificación y su capacidad para elegir las incorporaciones.
Otro que poco a poco sube como la espuma es Petros, trabajador y solidísimo en el medio campo, aunque bien es cierto que el brasileño, como toda la medular verdiblanca, cuenta con el paraguas de un N’Diaye que, partido a partido, sigue mostrando un nivel como el de su primera media campaña, en vez de las sosas prestaciones mostradas el pasado año en Segunda.
Como Cejudo. El senegalés y el ex de Osasuna son dos casos de transformación evidente de un año para otro, lo que sin duda redunda en beneficio del equipo. Cejudo no sólo sustituyó más que dignamente a Joaquín (reservado hasta el tramo final por precaución), sino que su esfuerzo propiciaría, ya en el segundo tiempo, el gol de la sentencia.
Pero antes Paco Jémez buscó mayor profundidad, introduciendo tras el descanso a Lass por un flojo Embarba, tal vez intentando aprovechar el único punto un poco más flojo de la defensa del Betis, el canterano Varela, al que le está costando un poco más que a los demás entrar en la dinámica por la lesión de Vargas, pero que poco a poco también va cumpliendo.
Los zapatazos de Bebé, goleador hace una semana en el Pizjuán, se constituían como la única posibilidad de peligro de un Rayo al que le resultaba imposible crear ocasiones desde dentro del área; pero el portugués tenía ayer el punto de mira un tanto desviado; mientras que Javi Guerra continuaba “secado” por completo por Bruno y Westermann.
Rubén, "matador" una vez más
Así, poco después del cuarto de hora y tras una salida a la contra, Cejudo aprovechó la indecisión de Ze Castro para robarle el balón y, justo antes de llevarse un golpe del central brasileño, asistir a Rubén Castro, quien logró su cuarto gol de la temporada (0-2). El canario, perfecto y certero como siempre, sumó en la mañana de ayer un gol y una asistencia a su cuenta personal, confirmándose como el jugador más importante del Betis desde que llegara allá por el verano de 2010.
Ya con dos goles y el Rayo volcado, Mel decidió darle minutos a Joaquín, para intentar aprovechar una de las muchas contras que se avecinaban; y eso fue lo que estuvo a punto de suceder. El portuense, en los minutos finales, realizó una jugada de fantasía dentro del área, con regates a los centrales y a Toño. Rubén Castro, tal vez por generosidad o por no saber si estaba en fuera de juego –que no lo estaba-, optó por no remachar la acción de su compañero que, finalmente, acabó en el poste y paseándose por toda la línea de gol.
Este error, por fortuna, no tuvo incidencia alguna. Westermann evitó que el Rayo le diera emoción al desenlace salvando, casi como quien pasaba por allí, una media chilena en boca de gol de Javi Guerra, después de una jugada un tanto embarullada. Mas el marcador ya no se movió, y el Betis se marcha al segundo mini parón de la temporada con once puntos y, lo más importante, con la sensación de que aquí hay ante todo un equipo.
(FUENTE DE LA IMAGEN: MARCA.COM)
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