La Davis de 'Delpo'

28.11.2016 13:34

Víctor Díaz / Foro Deportivo

Sevilla, 5 de diciembre de 2011, aproximadamente las seis y media de la tarde. Sobre la sala de prensa del estadio Olímpico comparece el equipo argentino de Copa Davis después de haber perdido la final contra España. Entre ellos, un abatido Juan Martín del Potro, con el ánimo por los suelos tras cinco horas de batalla contra David Ferrer dos días antes, y más de cuatro frente a Rafa Nadal, aquella misma tarde.

 

El enorme esfuerzo y la gran casta desplegados por el número 1 argentino frente a dos de los mejores jugadores del mundo sobre tierra batida –Rafa, sin duda, el mejor de la historia- hicieron que éste que os habla, cuando le dieron el turno de preguntas –el último de aquella comparecencia-, le dedicara unas palabras de ánimo por su lucha, y por haber contribuido –junto a toda la expedición argentina, público incluido- al espectáculo vivido en la pista provisional construida, como siete años antes contra Estados Unidos, para el evento.

 

Algo que él no pudo por menos que agradecer, tanto a mí como a la ciudad de Sevilla por el exquisito tratamiento para con los componentes de aquel gran equipo –Del Potro, David Nalbandián, Juan “Pico” Mónaco y Eduardo Schwank- que puso contra las cuerdas al imbatido cuarteto español, a los Nadal, Ferrer, Feliciano López y Fernando Verdasco.

 

Desde aquel momento yo deseé que tanto Argentina –cuatro veces finalista, sin éxito- como particularmente Del Potro pudieran un día levantar la llamada “Ensaladera de Plata”… algo que, por fin, sucedió anoche. “Delpo”, el tipo con la derecha más plástica y contundente de todo el circuito -verlo en vivo es todo un espectáculo-, antaño discutido en su país y a punto de retirarse prematuramente del tenis por mor de las diversas lesiones en su muñeca derecha, culminó la resurrección experimentada en 2016 vistiéndose de héroe en Zagreb y remontando dos sets ante el número 1 croata y número 6 del mundo, Marin Cilic, ddos días después de haber derrotado al veterano cañonero Ivo Karlovic.

 

La “torre de Tandil”, como le llaman por su 1,98 de altura, mantuvo con vida a Argentina –que perdía 2-1 después del partido de dobles del sábado-; y después Federico Delbonis rubricó la remontada y el sueño albiceleste con un excelso partido ante Karlovic. Pero fue la calidad, la casta y el espíritu de liderazgo de Del Potro –que ya nunca más será discutido, me imagino- lo que principalmente llevó a Argentina a su primer título de Copa Davis, en su quinta final.

 

Siempre fuera de casa

 

Cuatro eliminatorias ganadas este año, y las cuatro a domicilio, entre ellas la semifinal contra la Gran Bretaña del número 1 mundial, Andy Murray. Desconozco si, desde la creación del Grupo Mundial, se ha llegado a dar alguna vez tamaña heroicidad; pero lo cierto es que, con precedentes o sin ellos, la hazaña del equipo argentino merece ser renombrada con todos los honores.

 

Y, por encima de todos -sin olvidarnos de los Delbonis, Leo Mayer o Guido Pella-, el resurgido Juan Martín Del Potro, verdugo a sus 28 años de Murray en semifinales y de Cilic –campeón del US Open en 2014- en la final, siempre jugando fuera de casa… aunque, todo sea dicho, en Zagreb contando con 2.000 fieles que, como suele pasar allá donde van –también sucedió en Sevilla hace cinco años- acabaron “comiéndose” a la mayoritaria afición local.

 

Esta vez, además, Argentina también contó con el apoyo de todo un ilustre como Diego Armando Maradona, que quiso estar presente en el Arena de Zagreb para no perderse una victoria histórica para el deporte argentino: la de una Copa Davis que, sin duda, pasará a los anales como la Davis de “Delpo”.

 

(IMAGEN: www.diariolaprovinciasj.com/deportes/2016/11/27/copa-davis-potro-pelea-duro-partido-ante-cilic-60762.html)

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