
Jason Becker, la fuerza de la voluntad (segunda parte). Por Santiago Madrid
01.09.2014 09:20Terminaba la primera parte de la historia contando que Jason hizo grandes esfuerzos para poder conseguir cosas que parecían imposibles para alguien con su enfermedad, lo logró con mucho coraje y por supuesto también con mucha ayuda, si no hubiese sido por su familia y por otras personas de las que también hablaremos hoy no hubiese sido posible hacer lo que hizo. Continuamos con la historia…
Nos habíamos quedado en el año 1989, Jason estaba en la banda de David Lee Roth, triunfando a lo grande, hasta que le fue diagnosticada la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y aunque él en un principio se aisló totalmente de esa pesadilla que estaba viviendo, es decir que su mente se negó a aceptar la realidad, no tuvo más remedio que hacerlo cuando empezó a perder sensibilidad en las manos y tocar la guitarra ya empezó a suponer un gran esfuerzo para él, eso sí que le aterró realmente, cuando solo unas semanas antes estaba bromeando alegremente con su bastón. David Lee Roth en muy poco tiempo le había cogido un gran cariño a Jason, aparte de la admiración profesional por su virtuosismo con la guitarra, y cuando Jason se sentó con él y le contó la noticia David quedó realmente muy afectado, con todo el dolor de su alma acordó con Jason que no podía seguir en la banda en esas condiciones, acababan de sacar un disco y estaban a punto de salir de gira, y una gira exige una implicación máxima con la que Jason no podía cumplir, él mismo fue el primero en reconocer eso en la conversación con David y en presentar su renuncia, Jason debía empezar una nueva vida ocupándose exclusivamente de su salud. Cuenta Marty Friedman (recordemos que estuvieron juntos en Cacophony) que en los siguientes meses Jason le llamó por teléfono varias veces por el éxito que Marty estaba logrando con Megadeth, así era Jason, muchas personas hubieran tomado una actitud de oscuridad y resentimiento hacia la vida por su situación y para él en cambio suponía una gran alegría que su amigo y ex-compañero estuviera triunfando aunque él no pudiese hacerlo.
Los padres de Jason intentaron varios métodos para curar o al menos paliar la enfermedad, medicina alternativa, limpieza de columna, acupuntura… pero la cruda realidad es que la degeneración muscular era bastante rápida, Jason pasó pronto a necesitar dos bastones para andar y de ahí, en pocos meses, a la silla de ruedas. Hablar también suponía un gran esfuerzo para él, a duras penas conseguían entenderle, y su padre se percató de que llegaría un momento en el que no pudiera articular ni una palabra y de que había que buscar un método para que Jason se comunicase con ellos, así lo que hizo fue coger un panel y dividirlo en seis cuadrados introduciendo en cada cuadrado cuatro letras del abecedario por orden (excepto en el último cuadrado donde había seis), para elegir cada letra Jason debía hacer dos movimientos con los ojos, el primero señalaba el cuadro elegido y el segundo movimiento la letra dentro del cuadro. Al principio resultó bastante dificultoso pero con el tiempo padre e hijo lograron dominar el invento e incluso Gary llegó a comprender tan bien a su hijo que solo hacía falta que señalase las primeras letras de una palabra para saber de que palabra se trataba. Así transcurría la vida de Jason, superando las dificultades con la ayuda de sus seres queridos y con ingenio y voluntad.
En 1992 Jason, con la enfermedad ya bastante avanzada, conoció a Serrana, una mujer que terminaría convirtiéndose en su esposa y en una persona fundamental en su vida. Serrana era masajista y estuvo tratando durante algunos meses a Jason, empezó a sentir mucho cariño por él y con el tiempo ese cariño se convertiría en amor. Ella llegó a creer firmemente que los dos juntos podrían vencer a la enfermedad, pero llegó un momento en el que se dieron cuenta de que era una misión imposible y eso supuso un tremendo varapalo psicológico, ese fue el momento más bajo anímicamente de Jason, cuando su alma se tornó negra y estuvo incluso a punto de rendirse, pero en ese momento apareció otra de las personas importantísimas de su vida, su amigo Mike Bemesderfer, un productor musical que estaba convencido de que Jason todavía tenía mucha música en la cabeza y le animó a sacarla afuera, para lo cual utilizaron la tecnología, parecía casi imposible en un primer momento pero lo lograron, y a partir de ahí fue como si le hubiesen puesto un corazón completamente nuevo a Jason, todo su coraje y ganas de vivir volvieron a resurgir de las cenizas. Crearon un programa informático que permitía a Jason, mediante una visera que tenía instalados unos sensores de movimiento, componer música. El programa simulaba un piano y él iba introduciendo las notas musicales, una por una, con el movimiento de sus ojos y su barbilla, las únicas dos partes de su cuerpo que todavía tenían movilidad, con Mike moviendo el cursor por la pantalla. Jason también debía además ajustar la velocidad, era un método lento pero efectivo, el propio Mike, que siempre tuvo mucha fe en Jason, estaba sorprendido y admirado de que fuese capaz de hacer aquello.
El señor Becker le montó incluso un pequeño estudio musical en casa y de esa forma Jason llegó a componer y grabar un disco completo, “Perspective”, lanzado en 1996, el primer álbum de la historia publicado por una persona afectada por la esclerosis lateral amiotrófica, impresionante, ocho temas compuestos por él y una versión de Bob Dylan. Estaba claro que Jason no había perdido el talento ni la pasión por la música, y puso mucho empeño en ese disco porque sabía que podía ser lo último que hiciese, el final de su vida podía llegarle en cualquier momento y al menos llegaría con la satisfacción de Jason de haber grabado ese último disco.
Este es uno de los temas de “Perspective”:
Las cosas se fueron poniendo cada vez peor en el sentido de que ya incluso le costaba mucho esfuerzo respirar, y llegó el momento en el cual los doctores le dijeron que si quería seguir viviendo debía utilizar un respirador artificial, algo a lo cual Jason se negó en un primer momento, lo mismo que ya se negó a la silla de ruedas, o a dejar de hablar, o a tantas otras cosas, pero que al igual que aquellas tuvo que terminar aceptando. Esa traqueotomía fue otro de los momentos difíciles para él, volvió a perder mucha energía vital y mucho ánimo, pero consiguió recuperarse de nuevo como siempre lo había hecho, con su voluntad y con la ayuda de los que estaban a su alrededor. Además al salir del hospital los médicos le recomendaron una dieta que fue totalmente rechazada por sus padres y su esposa por no considerarla adecuada, en su lugar ellos mismos le prepararon otra a base de unos purés hechos con ciertos alimentos mezclados con antiácidos y vitaminas que ciertamente se demostró que fue muy beneficiosa para él.
Jason seguía continuamente componiendo música en casa, con su padre trasladando esa música a la guitarra. Había gran cantidad de gente que solicitaba a su familia poder conocerle y que se acercaba a su casa a charlar un rato con él y a tocar un poco la guitarra para que Jason les diera su opinión. Personas que le mostraban su admiración y le contaban cuanto había influido Jason en ellas, que le llevaban todo tipo de regalos. Varios de sus amigos decidieron que todos esos admiradores merecían tener un lugar donde poder expresar su pasión por la guitarra y su admiración por Jason, y así se hizo, montaron un festival en una sala de conciertos de San Francisco donde algunos grandes guitarristas como Joe Satriani, Richie Kotzen y por supuesto Marty Friedman hicieron las delicias del público, aunque sin duda el verdadero protagonista fue el propio Jason, al que acudieron a ver personas desde muchas partes del mundo. Y aunque en todo momento estoy hablando en pasado, por mantener un poco la intriga más que nada, lo cierto es que a día de hoy Jason tiene 45 años y sigue vivito y coleando a pesar de que en 1989 le dieran un máximo de 5 años de vida. Ese festival, que se celebró en 2011, se ha repetido en los años posteriores e incluso se ha trasladado a algunas ciudades europeas, y la marca Paradise además sacó al mercado una guitarra con su nombre. A mí como ya he dicho su historia me parece fascinante y quería compartirla con vosotros, espero que os haya gustado y si ha sido así os recomiendo que veáis los documentales “The legendary guitar of Jason Becker” (2007) y sobre todo “Not dead yet” (2012) del cual os dejo aquí el tráiler:
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