Hulk tumba a Batman (2-3)

Enrique Piñana / Foro Deportivo

VALENCIA 2-ZENIT S. PETERSBURGO 3

El Zenit tumbó al Valencia CF en su regreso a la máxima competición tras dos años en los que el club y sus aficionados han vivido un carrusel de emociones. Dos individualidades de Hulk pusieron de cara el partido para el conjunto ruso, que pese a no dominar el encuentro, no encontró demasiados problemas para generar peligro por medio del corpulento pero potente astro brasileño. Nuno apostó, de manera sorprendente una vez más, por los mismos 11 jugadores que estuvieron sobre el césped de El Molinón el pasado sábado. Los escasos 28.000 espectadores que asistieron a Mestalla se mostraron críticos con su equipo en varios momentos del choque, ya que una vez más, la intensidad brilló por su ausencia cuando más falta hacía.

Comenzó el encuentro con un Valencia bien posicionado, como nos tiene acostumbrados, haciendo circular el balón para ir entrando en el partido. A los dos minutos Cancelo, que cuajó un gran partido, estrelló el balón en la cepa del meta ruso Lodyguin. Esa fue la única ocasión clara de los de Nuno en toda la primera mitad. Unos 45 minutos sombríos, igual que aquellos disputados ante el Sporting. El primer fallo defensivo se terminó pagando caro, y es que una cabalgada de Hulk, en la que tanto los centrales Mustafi y Abdennour como Cancelo, estuvieron lentos, terminó en un disparo raso y cruzado al fondo de la red valencianista. 0-1 a la primera, y la cara de los valencianistas era un cuadro.

Los ‘chés’ trataron de reponerse intentando imponer su estilo, que no termina de funcionar en este inicio de temporada. Espírito Santo peca de basar su juego ofensivo en colgar un número ridículo de balones al área, balones que rara vez llegan a su delantero centro, y en esta ocasión no fue distinto. Siguieron pasando los minutos sin demasiados sobresaltos para ambos cancerberos, pero justo cuando moría la primera mitad, un cañonazo salido de las botas de Hulk hundía a los blanquinegros. Una vez más, la falta de intensidad fue determinante, pues tuvo todo el tiempo del mundo para controlar, cargar el disparo, y ejecutarlo. Segundo tiro a puerta del Zenit, y segundo gol encajado. Los locales se marchaban a los vestuarios con una mezcla de incredulidad, rabia y tristeza.

Reaccionó Nuno en el descanso y salieron Paco Alcácer y Gomes a intentar arreglar el desastre. Y funcionó. El Valencia se convirtió en una apisonadora. El técnico luso cambió el sistema, de 4-3-3, a un 3-5-2, con Enzo entre los centrales y Feghouli y Gayà como carrileros. El dominio local y los acercamientos dieron sus frutos y en el 54’ un gran disparo de Cancelo engañó al guardameta del Zenit, que vio cómo se le colaba el cuero tras salir en falso a tratar de cubrir un centro. Siguieron atacando los valencianistas, pero con poca suerte y acierto, hasta que en el 73’ un gran regate de Gomes terminaba en el empate 2-2 tras batir a Lodyguin por abajo.

La afición se lo creyó, animaron con más fuerza si cabía, porque el partido había dado un vuelco. Se pasó de la desolación a la exaltación, del desasosiego a la osadía, pero todo se derrumbó en el 75’, cuando Witsel batió a Jaume con un disparo que dio en el poste, imposible para el meta. El ansia por culminar la gesta terminó volviéndose en contra del Valencia CF. El afán por brindar una victoria de Champions a su afición y la inexperiencia enterraron los esfuerzos de la segunda mitad. Lo siguieron intentando los pupilos de Nuno hasta el final, pero sin demasiado éxito. Pitó el colegiado Thomson el final del encuentro, prolongando la sombra de la preocupación sobre el antiguo Luis Casanova.

Este sábado juegan su segundo partido como locales en liga frente a un Betis que ha regresado a la máxima categoría demostrando que ha vuelto para quedarse. Nuno está siendo más cuestionado que nunca, y la necesidad de ganar cobra más importancia, si cabe. Los más de 40.000 abonados abarrotarán las gradas para empujar a los suyos y alentarles en estos momentos de zozobra.

(FUENTE DE LA IMAGEN: AS.COM)