
Gran partido del líder
11.01.2016 12:39
Liga BBVA Celta de Vigo-Atlético de Madrid
0-2
Estadio de Balaídos
Domingo 10-1-2016
Hora: 20,30 h.
Alineaciones:
Celta de Vigo: Sergio, Mallo, Cabral, Gómez, Jonny, Radoja, P. Hernández, Wass, Orellana, Bongonda, Aspas.
Atlético de Madrid: Oblak, Juanfran, Giménez, Godín, Filipe, Saúl, Gabi, Augusto, Koke, Vietto, Griezmann.
Después de todo un fin de semana esperando para ver si se jugaba el partido entre el Celta de Vigo y el Atlético de Madrid, finalmente el tiempo lo permitió y se jugó el partido.
El Atlético de Madrid cierra la primera vuelta como líder de la liga y como campeón de invierto, no lo hacía desde 1996, aunque hay que tener en cuenta que al Barcelona le falta por jugar el partido contra el Sporting aplazado por disputar el Barça el mundial de clubes.
Augusto volvió al que fue su campo y a muchos aficionados célticos no les gustó su forma de marcharse y lo recibieron con pitos, aunque otros lo hicieron con palmas. Muchos aficionados le pitaban cada vez que Augusto cogía el balón.
El campo de Balaídos estaba, como es normal, muy mojado debido a las lluvias caídas en el norte de España, y el Atlético de Madrid se amoldó a las condiciones del terreno de juego mejor que el Celta y Simeone estuvo muy acertado al colocar en punta a Griezmann y Vietto, dos jugadores que se amoldaron perfectamente a la forma de jugar y la velocidad extra que exigía el campo, y que se marcaron un partidazo, entendiéndose a la perfección. Precisamente, Griezmann marcó en Balaídos su gol número 9 y el Atlético mantuvo su portería a cero, con sólo ocho goles encajados en lo que va de liga.
Otra clave fue el cambio de 4-4-2 que comenzó el partido y con el que el Celta se sentía más cómodo a un 4-3-3 con el que el equipo colchonero empezó a madurar el triunfo.
Los dos equipos tuvieron una parte de tanteo donde el Atlético fue imponiendo su fútbol especialmente en circulaciones rápidas buscado a Griezmann y Vietto.
Lo mejor del Celta llegó al inicio del encuentro, con un cabezazo de Aspas y algún escarceo de Orellana y Wass. Fue un espejismo, porque el Atlético fue creciendo y el Celta fue menguando. Se adueñó el Atlético del partido y el duelo no fue lo que parecía que iba a ser. Se esperaba un Celta agresivo y dominante y terminó siendo dominado por el Atlético, que en cada arrancada de Griezmann olía el peligro. Le faltó un punto de precisión, de veneno, para plantarse ante Sergio, pero el partido se jugaba en dirección al meta del Celta.
La ocasión más clara para los rojiblancos fue en el minuto 33, con un disparo desde la frontal de Griezmann que se fue cerca del larguero. Entre medias, varias acciones en las que faltó un pase preciso al final, un toque más delicado… En el cuadro local, el más peligroso era un Iago Aspas que tuvo un par de ocasiones en la primera mitad, la primera de un cabezazo y la segunda, en el 37’, de un disparo desde la frontal que detuvo Oblak.
Los últimos minutos de la primera parte le daban la razón a Simeone en su apuesta por la pareja Griezmann-Vietto, porque su velocidad y asociación era un quebradero para los rivales.
No desesperó el Atlético, que continuó en la misma senda en el segundo acto y encontró el gol pronto. Koke, Griezmann y Vietto fabricaron una gran jugada al primer toque. La inició el centrocampista, dio continuidad el francés, asistió el argentino, muy listo, y remató de nuevo Griezmann a placer. El gol hacía justicia a lo que se veía en el campo. Todo el Atlético estaba muy serio, desde Oblak a Vietto. También Augusto, que si bien no brilló, tampoco desentonó como ancla.
Simeone retiraba a Augusto del campo para dar entrada a Carrasco y el belga disparaba desde la frontal, cerca del 0-2. El partido era del Atlético y aunque el Celta lo intentaba con algún balón desde la zona diestra del equipo rojiblanco, donde no llegaban Giménez y Godin -imperiales-, aparecía Oblak. El Cholo siguió moviendo el banquillo -Jackson por un notable Vietto- para rematar el partido. Sin que sirva de precedente, el equipo rojiblanco lo hizo. Dominador y contundente. Saque de meta de Oblak, como lo leen, balón llovido que luchaba Jackson con un defensa, el esférico le caía en los pies a un Carrasco que encaraba a su central, lo volvía loco con dos amagues de cadera propios de un bailarín y fusilaba a Rubén: 0-2.
Fue un partido solvente del Atlético, con todos sus jugadores rindiendo al menos a un nivel notable (Koke, Saúl, Vietto...), y en algunos casos sobresaliente, como Griezmann y los dos centrales. En el Celta, sus atacantes estuvieron maniatados, en especial Aspas, que vivió una noche muy difícil ante Godín y Giménez. Cuando se le acabó el gas a Orellana, el equipo de Berizzo perdió la chispa. El Celta pide a gritos el regreso de Nolito y un buen sustituto de Augusto. El argentino disfruta ahora en el líder de la Liga. Esta vez, encontró la victoria con buen fútbol a pesar de que las condiciones meteorológicas eran malas. El Atlético tiene muchos recursos y ganas, muchas, de dar guerra.
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