Garbiñe despierta de su sueño ante Serena

11.07.2015 16:49

Víctor Díaz / Crónicas del Pueblo

No pudo ser. Garbiñe Muguruza no pudo lograr el más difícil todavía al caer por un doble 6-4 en la final de Wimbledon ante una Serena Williams que sigue haciendo historia. Sólo ella ha podido acabar con el sueño de esta joven de 21 años, la primera finalista española en la catedral del tenis mundial desde Arantxa Sánchez Vicario.

La menor de las Williams, a sus 34 años, se ha convertido en la jugadora más veterana en levantar el trofeo de campeona en el All England Lawn Tennis & Croquet Club, al hacerlo con tan sólo unos días más que la mítica Martina Navratilova cuando ésta ganara en 1990 la última final de las nueve que lleva en su zurrón. 

Serena ya va por seis para un total de 21 títulos de Grand Slam; ha ganado por segunda vez en su carrera los cuatro grandes de manera consecutiva, y aspira en 2015 a lograrlo en el mismo año por vez primera desde que Steffi Graf lo hiciera en 1988. Una verdadera barbaridad a la que no se le ve fecha de caducidad.

Mas hoy Garbiñe le ha hecho trabajar; incluso en el comienzo soñamos con que pudiera emular a su capitana en el equipo de Copa Federación, Conchita Martínez, y hacer lo mismo que la aragonesa en 1994. Ante una nerviosa Serena, Garbiñe aprovechó los errores iniciales de ésta para romperle el saque de salida, y dominar hasta el sexto juego (2-4).

Serena, no obstante, afinó su maquinaria para empezar de verdad a imponer su juego, hasta el punto de que no sólo equilibró el set, sino que terminó firmando cuatro juegos consecutivos a golpetazo limpio, para apuntárselo por 6-4. Y en el segundo, ante una Muguruza desdibujada y desmoralizada, la norteamericana no tuvo piedad de la española a la hora de cobrar una clara ventaja de 5-1.

Pero Garbiñe no quería abandonar la final sin dejar su sello. Con todo perdido, la hispanovenezolana se relajó y, junto con algún regalito de su rival, comenzó a jugar como ella sabe y como ha desempeñado a lo largo de todo el torneo. Serena, sorprendida, vio cómo el marcador pasó a mostrar un 5-4 y saque para que Muguruza igualara el set, ante una pista central enfervorecida por la lucha de la española, que les daba la posibilidad y la esperanza a los espectadores de ver más tenis.

Entonces, desgraciadamente, los nervios afloraron en la mente y el cuerpo de Garbiñe. Dos errores iniciales le pusieron a Serena una victoria que la número 1 mundial selló con un break en blanco. En la entrega de premios, la multicampeona no tuvo reparos en levantarse de su silla junto a toda la central para aplaudir a rabiar y para alabar públicamente a una emocionada Garbiñe, que siempre le ha dado guerra en las cuatro ocasiones en las que se han medido.

La española reconoció, en su discurso como subcampeona, estar disfrutando del momento; y agradeció todo el apoyo que le seguía brindando la gente. No era para menos: el torneo que ha realizado así lo merecía; y su lucha frente a la gran "emperadora" Serena, también. Desconocemos si la joven de ascendencia venezolana -que entrará en el "Top Ten" mundial a partir del lunes- tendrá más oportunidades en el futuro de ganar torneos del Grand Slam; pero sí es seguro que, jugando así, tiene -con permiso de la Williams- bastantes papeletas de que así sea. Y también de que el futuro del tenis femenino en España pasa, fundamentalmente, por sus manos (sin olvidarnos de Carla Suárez).

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