Esta casa es una ruina

Rubén Juan / Foro Deportivo

            No se me ocurre mejor símil cinematográfico para definir la actual situación del Cai Zaragoza que aquella película protagonizada por Tom Hanks en 1986. Por aquellas fechas existía en Zaragoza otro equipo de baloncesto, mucho más sólido y ambicioso que el actual, pero que aun así, acabó desapareciendo. Si en ese año nos hubieran dicho que una década después ese equipo iba a dejar de existir, hubiéramos tachado al profeta de loco. Pero estamos en 2016, hay un equipo de élite, con una base menos trabajada, pero que también es cierto, ha hecho muchas cosas bien. Entre esas cosas estaba el realizar plantillas muy competitivas, siempre acorde al presupuesto marcado y que proporcionaban ingresos extras en forma de interesantes traspasos. Los artífices de esa maquinaría era el binomio Abós-Willy Villar, por desgracia, la vida se nos llevó muy pronto al entrenador zaragozano, y desde ese momento, todo fue a peor.

No quiero entrar en la situación económica del club, ya que no la conozco a fondo. Eso sí, no deja de chocarme que desde que subimos a la liga ACB, siempre se ha repetido el mismo mantra: cuando se acabara de pagar el famoso y costoso canon por pertenecer a la liga, la economía del club estaría más saneada y se podría destinar más dinero a la confección de la plantilla. Ese mantra se ha cumplido este año, y aunque es cierto que la ayuda que ofrecía el Gobierno de Aragón ha disminuido considerablemente, la verdad es que el presupuesto se ha reducido como nunca. Y no me refiero solo a la partida destinada a la plantilla, la austeridad ha llegado a todos los ámbitos del club. Se ha echado a Willy Villar, externalizado los servicios médicos y reducido en un 15% los sueldos de toda el área administrativa. De esa bajada quizás haya surgido la única buena noticia, la marcha del Director de Marketing (no se si es demasiado atrevido llamar marketing a lo que hacía ese señor) Miguel Mur, uno de los responsables del vergonzoso comunicado de hace un año por el cambio de nombre del pabellón, y por tanto, de la politización del club.

Pero como soy optimista por naturaleza, tampoco quiero situarme en el catastrofismo más absoluto. La plantilla que se ha confeccionado tiene calidad de sobra para salvar la categoría, digo esto porque hay muchos sectores que lo dudan, más aún, jugando un partido a la semana, es posible luchar por objetivos bastante mayores. La base la formarán jugadores que ya estaban la pasada campaña. Los Bellas, Benzing, Jelovac, Fotu y Norel tienen que dar un paso adelante y mejorar las prestaciones ofrecidas la pasada temporada. Calidad tienen de sobra. Acompañará a Bellas en la base la perla de la cantera y actual campeón de Europa sub 20 Sergi García. Será interesante ver los minutos de los que dispone, porque aunque se ha fichado un tercer base como Miki Servera, pienso que tendrá un papel testimonial. Sin embargo, Stephen Holt si que es un combo que puede hacer de base y escolta, con él es con quien Sergi tendrá dura competencia. Para escolta titular se ha fichado al que quizás sea el movimiento más interesante de este verano: Martynas Gecevicius. El lituano es un dos puro, con muy buen tiro y un gran conocimiento del juego, formara una gran pareja de aleros junto a Benzing. El alemán debe explotar este año y ser más regular. Condiciones las tiene todas, es cuestión de querer. Para tres suplente se ha fichado a otro campeón de Europa sub 20, Jonathan Barreiro, mucha proyección, pero que no deja de ser una incógnita. Está claro que se corre el peligro de que haya mucha diferencia entre la primera unidad y la segunda. Ese problema será menor en los hombres altos. Jelovac y Fotú configuran un gran power forward, son distintos pero pueden ser grandes pilares del equipo y es el puesto mejor cubierto. Para el puesto de pívot puro tenemos a Henk Norel, que inicia su quinta temporada en el club, para el holandés lo de siempre, que el físico le respete ya que de su calidad y compromiso no duda absolutamente nadie. Le acompañará el center croata Flip Kraljevic, un 2,12 poderoso que ha destacado en la Liga Adriática, pero que es un absoluto interrogante en una competición como la ACB.

Todos ellos estarán dirigidos por Andreu Casadevall. El técnico catalán cogió al equipo la temporada pasada en un momento muy difícil, y aunque el juego no fue vistoso, consiguió que el equipo se salvara sin problemas y llegara lejos en Eurocup. Este año, con una plantilla más a su gusto, aunque seguro que sin primeras opciones, tiene la obligación de, mínimo, jugar mejor. Veremos cómo transcurre una temporada llena de incertidumbres.