En tiempo de votos... un voto de confianza (Sáb. 20:30)

Antonio Madrid / Foro Deportivo

PREVIA REAL BETIS-SEVILLA FC (Benito Villamarín, Sábado 19, 20:30, Canal + Partidazo)

Es tiempo de tomar decisiones y de dar apoyo y en el Real Betis Balompie no iba a ser menos. Primero por la Junta de ayer noche que deparó un nuevo apoyo masivo al nuevo consejo y a sus planteamientos tanto presentes como futuros, segundo porque lo que se juega es un derbi y que me perdonen los 18 equipos restantes de la liga BBVA, pero nada hay comparable a un Betis-Sevilla.

Seguramente lo que acontezca mañana a partir de las 20:30 horas en el Bendito Villamarín no coincida con la mayoría de los planteamientos o espectativas al respecto. Y es que un derbi y sobre todo el derbi sevillano si de algo se caracteriza es que en nada es previsible o muy pocas veces ha logrado serlo. Tenemos los béticos una reválida con nuestro pasado y sobre todo con nuestro presente para deparar nuestro futuro.

Nada de lo que acontezca mañana puede o debe ser por casualidad y máxime ante un estadio lleno de incondicionales (apenas 200 entradas quedaban en taquilla), al menos la mayoría, que pondrán su apoyo al 150% porque no es un partido más, no se entiende un derbi sin piques, mensajes y sobre todo en nuestro día a día como sevillanos de lo que nos hace diferentes de cara a lo que quieren vender desde el exterior, nuestra guasa y saber estar. Un derbi se vive desde la cercanía del que le toca jugar en casa y desde el que apoya en la distancia, se vive con la intensidad máxima de cada balón dividido como si fuera el último y del reconocimiento de la grada a una simple carrera para evitar una pérdida de balón o un despeje que desahogue la presión del contrario.

Con todos estos ingredientes lo que Pepe Mel espera de los suyos y que ya ha hecho público a través de su rueda de prensa es “que sean muy intensos y compitan muy bien”. A parte de esas dos premisas que a priori se “sobre entienden” en este tipo de partidos, el entrenador bético cuenta con el apoyo de su grada y de los “29 que están conmigo entrenando que quieren sumar, quien jugar y quieren estar, eso es de agradecer y quiero que lo sepan todos los béticos, nadie se borra”. También dijo “hablar de resultados justos o injustos es una tontería al igual que lo de ser favoritos, yo siempre que juego con mi equipo lo que le transmito es ambición y por lo tanto no podemos ir pensando que somos peores que nadie.” Dijo una cosa evidente “Si a un jugador que está en el Betis le cuesta meterse en la dinámica en un partido contra el Sevilla, entonces no vale para esto”. Yo estoy totalmente de acuerdo con Mel.

Entrando en lo meramente deportivo pocas variantes se van a ver sobre el césped del Villamarín, los onces más habituales y competitivos de ambos equipos comenzaran de inicio. Por la parte bética que es lo que nos compete saltaran al campo Adán, se prevé la defensa más habitual con Piccini (se ha entrenado con normalidad), Bruno, Westermann y Vargas (confía aquí en la veteranía) N´Diaye y Petros por delante,  Joaquín (también se ha entrenado con normalidad y estará de titular, ¿alguien lo dudaba?), Ceballos y Cejudo (seguirá apostando por el cordobés) y en punta Rubén Castro.

Tras la espera de la pasada temporada en blanco, en cuanto a derbis nos referimos, volver a rememorar el pasado es la única referencia que tenemos. El último derbi jugado en el Benito Villamarín se saldó con 0-2 con polémico arbitraje de Velasco Carballo, aquel Betis ni competía ni se sentía competidor en una carrera que al final dió con los huesos en segunda división. Nada tendrá que ver con el que esperamos ver mañana, de ahí el voto de confianza que todo bético tiene que tener sobre el equipo, nunca se puede presuponer nada y mucho menos en un derbi cuando hablemos del Real Betis porque nos tiene acostumbrados a ser impredecible hasta para el aficionado que lo conoce desde hace tanto tiempo. La confianza,  el pundonor que deben poner los futbolistas y el sistema del entrenador entiendo que deben ser la premisa para acompañar a un estadio que estará repleto, “apiñados como balas de cañón” por ver y sentir la fiesta del fútbol sevillano.

No son buenos los números tirando de estadísticas en el caso bético, se viene de segunda división y encima en casa se han conseguido los peores números desde hace mucho tiempo, pero este Betis, nuestro Betis, si de algo se ha caracterizado es de ser capaz de romper no solo las estadísticas menos halagüeñas sino incluso las más optimistas porque la historia nos tiene acostumbrado a ello.

Quizás pesa en el estado de ánimo de muchos béticos la trayectoria del club en estos últimos años, líos institucionales, concurso de acreedores, pleitos judiciales y demás catástrofes que nos han ocurrido a lo largo de esta travesía en el desierto económico al que algunos mal llamados “gestores” nos llevaron y más si cabe cuando alardeaban de su beticismo. Pero por eso el bético es más fuerte moralmente que cualquiera de otro equipo, por eso el bético siempre le otorga a su equipo el beneficio de la duda por muy mal que vengan las cosas y por eso el bético siempre dará su voto de confianza a su equipo, ese que tantas veces lo defraudó y que tantas veces también le hizo saltar del asiento colmándolo de satisfacción. No todo es negro o blanco. En el Betis lo sabemos bien.