En octavos por méritos propios
08.12.2016 15:45Juan González / Foro Deportivo
OLYMPIQUE LYON 0-SEVILLA 0
Tras una fase de grupos brillante, el equipo de Jorge Sampaoli está en octavos.
Con tres victorias, 2 empates y una derrota, sin perder fuera de casa, sólo ha encajado goles contra la Juve y tras quedarse con 10 jugadores y dándole a cada partido lo que pedía, el Sevilla ya está en octavos y a partir de aquí, a soñar, que es gratis.
Se le han ganado los dos partidos al Dínamo, que era obligatorio, sin brillantez a domicilio, pero con solvencia y, goleando en Nervión, por superioridad manifiesta. Los otros dos partidos a domicilio los ha afrontado similarmente, sin delantero referencia, ralentizando el ritmo de juego, que era lo que interesaba para que los partidos no se rompieran, e intentando mantener posiciones largas de balón, a costa de perder profundidad, en el caso de la Juve, por la entidad del rival y en el caso de los franceses, por la ventaja de inicio que suponía poder permitirse el lujo de perder hasta por un gol de diferencia, con el objetivo de desactivar tanto a los ataques rivales como al empuje de la grada. En los dos partidos en casa, ha habido alternancias en el dominio del juego y de las ocasiones, venciendo al Lyon, en una segunda parte apabullante, tras una primera de dudas y perdiendo con los italianos y con Clattenburg.
Como hemos dicho anteriormente, a partir de ahora a soñar.
Entre los rivales posibles, bajo mi punto de vista, hay dos que superan a los andaluces, como son, Arsenal y Dortmund. Los otros tres son de un potencial más o menos parecido, por lo que pueden ser eliminables, aunque, evidentemente, también te pueden eliminar.
Los rivales que pueden caer en suerte, de mayor a menor dificultad, serían: Arsenal, Dortmund, Nápoles, Leicester y Mónaco.
En cuanto a lo acontecido anoche en el Parc OL, Sampaoli dispuso de un 1-5-2-3, con 3 no-delanteros, que fueron Sarabia, Nasri y Vitolo, de manera que pobló defensa y centro del campo con el objetivo de cerrar muchos espacios y que los jugadores estuvieran bastante juntos a la hora de conservar el balón en las posiciones del mismo de las que se dispusieran.
Durante la primera parte el partido estuvo, por momentos, bastante roto, lo que, claramente perjudicaba los intereses de los sevillistas, y sucedieron cosas reseñables dentro de ambas áreas, aunque hubo casi empate, el Olympique tuvo 2 palos y el Sevilla 1 y, los locales reclamaron un penalti (muy leve me parece el empujón de Mariano como para pitar penalti) y los visitantes reclamaron otro a Vitolo (clarísimo a la vista de las imágenes).
Ya en la segunda parte se jugó el partido que el Sevilla quería, lento, sin ritmo, muy controlado y sin ocasiones claras para ninguno de los dos equipos, los andaluces tuvieron un casi remate de Mariano y los franceses algunos acercamientos, más por empuje que por fútbol, sin asustar demasiado a Rico.
Por parte del Sevilla, Rico estuvo muy seguro toda la noche, además transmitió esa seguridad a compañeros y aficionados, la defensa también estuvo firme, controlando correctamente a los atacantes rivales, si acaso hubo algún sufrimiento para la banda derecha donde Mariano, con poca ayuda de Sarabia (a éste le quedó grande el partido), tuvo dificultades para parar a un excelente Valbuena. El centro del campo bien, con algunas pérdidas preocupantes, pero con un Iborra veterano y experto, y sin perder nunca la posición y un Nzonzi que jugó ayer una excelente segunda mitad, aunque le queden cosas en las que debe mejorar, ayudando de verdad en los corners, asociándose con los compañeros y manteniendo posiciones de balón en momentos delicados.
Mención aparte para Nasri que, a pesar de seguir mermado físicamente, se ve que le da igual que partido esté jugando y que importancia tenga, él va a lo suyo, que es, buscar el balón, aguantarlo, no perderlo, no rifarlo, esconderlo, regatear a los contrarios que sea necesario hasta poder enlazar con algún compañero. Y, por último, hablemos de VITOLO (va en mayúsculas, porque este futbolista es mayúsculo), no se puede hacer más y mejor, en la resta se hartó de trabajar, de fajarse con quien hiciera falta, de ayudar al compañero que lo necesitase, en la suma, aguanto el balón, sólo o apoyándose en los compañeros, condujo con la potencia y calidad a la que ya nos tiene acostumbrado, tuvo las dos mejores ocasiones del Sevilla en la primera mitad, con tiro al palo y penalti provocado, y en la segunda, intervino en la ocasión de Mariano, además en los últimos minutos tuvo la potencia y los bemoles de acompañar a Ben Yedder en un contrataque que podía haber sido definitivo, cuando ya nadie podía con las calzonas.
Partido donde se sufrió y se supo sufrir por parte de los jugadores. Para la afición, menos sufrimiento del esperado gracias al buen planteamiento del cuerpo técnico, comandado por el entrenador argentino, y ejecutado, ayer, por Lillo, desde el banquillo.
No fue noche de duelo, si no de puente, entre Constitución e Inmaculada. Que siga la fiesta.
—————