El Madrid de Florentino Pérez, a la deriva

Manuel P. Abascal / Foro Deportivo

REAL MADRID 0-ATLÉTICO DE MADRID 1

Más allá del resultado del derbi de ayer, en mi opinión algo secundario para las opciones reales de uno y otro equipo, si podría decirse en este caso que una imagen vale más que mil palabras. Y es que, la pobre imagen mostrada ayer por el Real Madrid es fiel reflejo del estado de autodestrucción en el que vive instaurado el club desde un pasado reciente y que ayer, una vez más, ante un equipo grande y con empaque volvió a mostrar las debilidades ya citadas en repetidas ocasiones. Como digo, ha sido empezar a “caer” rivales de peso en el calendario y el estado de optimismo declarado e instaurado desde la llegada de Zidane se ha esfumado tan rápido como el tiempo que dura un caramelo en la puerta de un colegio.

Pero a la gente ya no se la puede engañar; de nada sirve ya subir los decibelios del himno al finalizar para silenciar a la masa social. El público ha dejado de señalar al banquillo y centra todas sus iras y miradas al palco, el máximo responsable del descalabro deportivo debe asumir sus culpas. Florentino Pérez, al que se le llena la boca cuando repite una y otra voz que el Madrid pertenece a los socios debe echarse a un lado, empezar asumir errores para poner soluciones y dejar de “acaudillar” al club más importante de la historia del fútbol, su displicencia hacia el socio al que considera el dueño empieza a resultar irritante y desconsiderado. Y las comparaciones con la sección de baloncesto, máximo activo en este momento del club es sonrojante, sección en la que el Presidente no pretende entender y  que curiosamente es llevada deportivamente por responsables cualificados que creen en un proyecto deportivo más allá de los resultados, y claro, lógicamente va bien  y  que es la antítesis al proyecto deportivo del Señor Pérez, cuyo plan es  precisamente no tener ningún plan.

Desde el prisma meramente futbolístico, el partido del Madrid fue un desastre en todos los sentidos; perdió la batalla porque entre medias, sucumbió a todas las pequeñas trampas que le dispuso el Atlético de Simeone. No supo encontrar ningún ritmo de juego y acabó claudicando ante el plan que dispuso El Cholo. Si bien es cierto que ante las bajas de Bale, Marcelo y un Benzema mermado físicamente que tuvo que dejar el partido al descanso, el Madrid se encontró sin referentes ofensivos, esto no puede considerarse como excusa ni tampoco el tan claro como absurdo penalti incurrido por Gabi a Danilo (que fuera el brasileño el mejor de los madridistas lo dice todo)  a quince minutos de finalizar en donde quizás y sólo quizás, hubiese cambiado los designios de encuentro,…..no, entre otras cosas porque el Madrid no mereció mejor suerte que la derrota. Fue pero que su rival en todas las facetas del juego, no encontró el liderato de sus jugadores clave y apenas hizo daño a Oblak. El conjunto de individualidades talentosas no pudo con el mejor “equipo” sobre el césped, tuvo el balón sólo para no ser atacado pero apenas arriesgó. No hubo movilidad, no existió juego asociativo a pocos toques, demasiada distancia entre Kroos- Modric y la línea atacante; factores visiblemente llamativos como para que en su ausencia, se pretenda coronar una cima tan escabrosa como la de enfrentarse al  Atlético de Madrid. Al final todo quedó expuesto a un juego de individualidades en donde cada jugador madridista intentaba sin éxito, hacer la guerra por su cuenta. Es curioso, pero desde que Simeone dirige al Atlético, cada partido parece un calco del anterior, el Madrid independientemente de quién sea su entrenador  es incapaz de dar con la tecla, cada partido que disputa el Madrid con el Atlético es como un mal parto; duro y áspero, donde la impotencia reina en las filas madridistas  en donde el portero rival ni siquiera es exigido.

El Madrid confirmó el sábado su dimisión de esta liga, demasiado pronto, de manera indecorosa confirmando que el equipo está a la deriva. El clavo ardiendo se encentra en Europa, para agarrarse a él es necesario cambiar la dinámica, es necesario actuar como un equipo y que los líderes asuman responsabilidades dentro del campo, no delante de un micrófono y que el máximo responsable de club asuma errores y los reconozca.

(IMAGEN: ELTUBAZODIGITAL.COM)