Don Fernando Moral por Valkirya/Cajista

                                 Fernando Moral Presidente del CB Sevilla
Todos ya conocemos a nuestro presidente, a quien hemos deseado en el puesto que ocupa durante toda la temporada pasada, para mi gusto…. no se rodea de buenos consejeros, y es por eso que nos encontramos en ésta situación…
En el partido de hoy, hablé con él unos minutos, mi sensación fue que quiere… pero no puede,” no hay dinero Veruska”, pero entre todos conseguiremos nuestro propósito, me indicó.
Y es cierto que hoy noté un gran cambio a pesar de haber perdido, Casimiro reñía a Balvin por su falta de sangre en la cancha, y vaya si sirvió, Balvin hoy ha demostrado que puede ser un gran pivot a la altura de cualquiera, simplemente le falta motivación… nadie mejor que Don Luis Casimiro para inyectársela en vena.
Volviendo al presidente, también me comentó que está recibiendo excesivas críticas por parte de los aficionados a través de las redes sociales, en su cara noté su disgusto, porque me indicó que él trabaja por y para la afición, y que la respuesta que obtiene a cambio desalienta enormemente, que él sabe el equipo que tiene entre manos, que él sabe el enorme esfuerzo que supondrá ensamblarlos, pero que nos necesita todos a una.
Hago llamamiento a nuestro representante Don Víctor M. Molina, para que agrupe a nuestras ovejas al grito de Sevilla NO SE RINDE, y sobre todo… que transmita el mensaje de nuestro presidente, nos necesita a todos remando en la misma dirección.
Conforta ver que se desviven por hacernos pasar un rato de pasión, que son de lo más cordiales y humanos, sin prepotencias, yo misma me casé el sábado pasado, y me felicito Moral como si de alguien de su familia se tratase, también lo hizo Balvin, a pesar de su carácter introvertido, se vuelcan por hacernos sentir cercanos, por estas cosas, y el enorme trabajo que realizan día a día, la afición debe volcarse y morir con su club.
Yo estoy con usted Señor Moral, lo estaré siempre, porque fue quien demostró que tenía la barca de salvación cuando naufragamos, y dure una temporada o cien, espero que usted nos lleve de la mano.