Deseos apasionados
17.12.2015 19:47Alberto Gil / Crónicas del Pueblo
Quiero tener hambre y sed.
Hambre para comerme tus labios y no dejar ni los huesos,
Sed para emborracharme con el alcohol destilado en el alambique de tu vientre.
Ansío ser hortelano para recoger las frutas que maduran en tus fantasías.
Hortelano de las guindas henchidas que coronan la cúspide de tus aureolas,
Recolector de los higos que maduran jugosos entre tus muslos.
Busco la aventura que me lleve a explorar tu cintura.
Seré espeleólogo para penetrar en lo más hondo de tu tentadora cueva,
Me haré acróbata para balancearme en el abismo de tu ombligo.
Si mi lengua fuera agua de lluvia,
Llovería cada día para empaparte de humedad caliente.
Si mi lengua fuera lava,
Tú serías volcán de brasas y magma.
Si tu espalda fuera la mar,
Yo sería tiburón para zambullirme en ella.
Si tu espalda fuera el horizonte,
Yo sería sol para acostarme en él.
Ante tu piel, mis manos son brasas candentes,
Ante tus curvas, mis brazos son apretados lazos de seda.
Tus jadeos son cantos de sirena, de los que yo quiero ser su tañedor;
Tus suspiros son brasas en la fragua, de los que yo quiero ser su herrero;
Tus clímax son fuegos artificiales, de los que yo quiero ser su reguero encendido.
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