Definiciones
21.02.2016 14:25Alberto Gil / Crónicas del Pueblo
Alizace es la zanja que, si fuera arquitecto, abriría en tu seno para anclar los cimientos del edificio de nuestra felicidad imperecedera.
Cauce es el conducto a través del que mi amor por ti se derrama cual lava de volcán y cuya desembocadura debería ser el delta de tu vientre.
Circe fue esa mujer astuta y engañosa que me convirtió, como lo hiciera con los compañeros de Ulises, en bestia, celosa porque mi amor sólo era para ti.
Dulce es el sabor de tus pechos al empaparlos con el almíbar de la fantasía, como también lo es el sonido de tus deseos al ser azucarados con la ilusión de nuestros encuentros.
Falce es esa hoz corva con la que cercenas mis esperanzas cada vez que me dices que a mí me quieres como amigo y es a otro a quien amas.
Óbice es ese obstáculo que me impide llegar hasta el corazón de tus sueños porque los parapetas tras el muro de la razón.
Ónice es esa piedra preciosa de colores claros y oscuros que llevo en el pecho tatuada con el relieve de tu figura.
Orífice eres tú que ejecutas con tanta destreza palabras de pedrería tallando el oro del sol en una danza de deseo sin fin.
Quincunce es esa figura geométrica de cuyo cuadrilátero tú eres el centro, haciendo de cualquier composición algo tan hermoso que uno nunca se cansa de contemplarlo.
Trance es ese estado en que me quedo cada vez que huelo tu melena y saboreo tus labios, aupado a la torre de tu cintura.
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