CUENTO DE NAVIDAD BETICO-MANCHEGO

José Alberto Hernández, Crónicas del Pueblo

Erase se una vez que se era, un bético que no creía en la Navidad, no creía en Mel, y por supuesto no creía en el ascenso del Betis.

Aquella Navidad  para este bético tan singular eran como un día cualquiera, sin celebraciones  sin expectativas, en suma, como unos días normales. No había nada que celebrar y su familia le advertía:-ya verás cómo te ocurre algún suceso inesperado y cambias de opinión e incluso crees inmediatamente en el ascenso del Betis  y en Mel. –si ya, a otro perro con ese hueso. Contestaba airadamente el bético escéptico.

Y tal como aquella mañana de Navidad, una mañana fría, con hielo, niebla a la que solo le faltaba  la nieve para tener más ambiente navideño, el bético escéptico se fue a tomar café como hacía a diario al bar donde solia ir, donde tampoco creían en la dichosa Navidad  y mucho menos en el dichoso ascenso del Betis.

Fue caminando, como hacía siempre, y pensando - ¿pero cómo no continua Merino de entrenador?  ¡Jolines! Si es que se lo merecía, es que ya no entiendo al Betis, pero…. No lo entiendo pero es que cada vez soy más betico. Aterido de frío con su gorrobetis y su bufandabetis  iba  ensimismado en sus pensamientos el bético escéptico camino del bar.

A pocos metros de llegar al bar,  al lado de un árbol muy grande (pozorincon) había un tío muy sospechoso... En mitad de la calle. Alto, enmascarado, todo vestido de negro, con un pin del Betis, y con una especie de guadaña en una mano. Lo cual al bético escéptico le escamó mucho y acertó a pensar.-¡vaya! Todavía está abierta la Insomnia (una discoteca after)  y encima  ha habido fiesta de disfraces, si es que se lo pasan pipa , eso sí, luego cuando buscas algún guacho para trabajar en el campo no se encuentran…

Y con esos pensamientos el bético escéptico cruzaba por delante de la enigmática figura que estaba al lado del árbol grande.

Y de repente, con un vozarrón de los fuertes , la enigmática figura le dijo al bético escéptico y también sorprendido.- ¡eh  tú!  ¿Tú eres el que no cree ni en la Navidad ni en el ascenso del Betis?

Y el bético escéptico, y asustado y además aterido de frío y sin desayunar sacó un hilillo de voz y contestó.- sí, soy yo, y además tampoco creo en Mel, porque Merino…

-Calla, le dijo la enigmática figura- ya me se ese argumento sobre Merino, pero acaso ¿tú no sabes que er Beti es er Beti y ná má y to eso? Pues con eso queda ya todo dicho sobre Merino, ahora está Mel y hay que apoyarle, ¿estamos? Y venga vamos a tomar un café que nos estamos quedando pajaritos y yo tengo más faena. Te iba a conceder poder ver las navidades pasadas, presentes y las futuras, pero la cosa esta muy achuchá y solo te voy a enseñar las navidades futuras, concretamente las navidades del 2105 para que espabiles. Ah, para que lo sepas, soy el fantasma de la Navidad y del Betis, dos en uno y eso también es porque la cosa esta muy achuchá…

Así, el bético escéptico, aterido , asustado, y además intrigado, entró en el bar acompañado de un fantasma pluriempleado por que la cosa que estaba muy achuchá. Unos cafés y unas copejas para  entrar en calor porque la mañana parecía siberiana….

El bético  escéptico iba pensando al entrar al bar:- que cosa más rara, un fantasma del Betis con un pin del Betis y de la navidad, las dos cosas a la vez, esto tiene que ser idea del Estepa ese que es malísimo…

En el bar, no había nadie, ni camarero ni parroquianos ni nada. Así i que el fantasma pluriempleado que lo era eso de pluriempleado según pensaba el bético escéptico por culpa del Estepa, el mismo pasó a la barra y puso dos cafés y una copa de anís para el pluriempleado fantasma y copa de aguardiente de la sierra de Cuenca para el bético escéptico.

Y cuando estaban saboreando las copejas y entrando los dos en calor, cuando menos lo esperaba  el bético escéptico, va y suelta el fantasma pluriempleado.-¡ojo chaval! Esto que vas a ver no lo ponen ni en el plus, eres tú en la Navidad del 2015, para que espabiles  y creas en la Navidad y en el ascenso del Betis.

En la pantalla se veía una cena de Nochebuena, donde estaba el bético escéptico todo contento, cantando con su familia y al lado del bético escéptico una niña con gorrobetis que decía. –tío, que bien que subimos el betis a primera, aupa betis aupa betis masquepierda… (la sobrina del ya no bético escéptico)

Aquello fue suficiente para el bético escéptico, que no estaba  ya aterido de frio gracias al aguardiente ni tampoco asustado ni nada por el estilo, estaba eufórico porque ya creía en la Navidad y en el ascenso del Betis tan deseado e incluso en Mel.

DESDE AQUEL DIA EL BETICO ESCEPTICO PASÓ A LLAMARSE BÉTICO ALEGRE, GRACIAS A UN FANTASMA  PLURIEMPLEADO QUE LO ERA PLURIEMPLEADO  SEGURAMENTE POR EL DICHOSO ESTEPA , UN FANTASMA DE LA NAVIDAD Y DEL BETIS, QUE LOGRÓ ENTRAR EN RAZÓN A ESTE BETICO.

MORALEJA; ¡¡¡TEN FE EN LO QUE QUIERAS PERO TEN FE!!! SOBRETODO EN LO QUE MAS QUIERAS

POSDATA; FELIZ NAVIDAD QUE DIOS OS BENDIGA, ESPERO QUE ESTE CUENTO OS HAYA GUSTADO