Desde Rusia con clamor

(Zenit 2-0 Valencia CF)

Otra derrota más en Champions League dando una imagen lamentable, esta vez ante el Zenit de San Petersburgo. Nadie se sorprende, era de esperar. Si el Valencia CF se hubiera dejado la piel sobre el campo, probablemente la percepción tras la derrota hubiera sido otra, pero esto ya no es un tema de entrenador, aquí no se salva nadie. Los jugadores salen constantemente a pasearse por el campo, el técnico luso erra en cambios y alineaciones, la presidenta ejecutiva no toma las decisiones que debe, y el dueño, ese que no aparece más que para los partidos importantes, firma fichajes de jóvenes “talentos” de Mendes a precio de oro. De aquellos barros, estos lodos, el dicho existe por algo.

Tan sólo un cuarto de hora necesitó el Zenit para ponerse por delante en el marcador. Una jugada que no hizo más que retratar la situación del equipo. Una serie de errores en cadena, dos de ellos de Vezo, que hizo un partido para olvidar, terminaron dejando a Shatov totalmente solo ante Jaume. El centrocampista ruso incluso pudo dar dos toques al cuero dentro del área antes de batir al meta valencianista. Lejos de enrabietar a los valencianistas, los de Nuno mantuvieron la misma desidia y falta de intensidad. Tan solo un par de ocasiones poco claras por parte de los chés arrojaron algo de luz al pésimo juego que estaban realizando, pero el guardameta Lodygin no tuvo que esforzarse demasiado. 

La segunda parte comenzó de manera similar a la primera, con pocas ganas por parte de los blanquinegros, y el Zenit campando a sus anchas por el terreno de juego y triangulando de manera francamente humillante. Nuno dio entrada a Mina por el canterano Mir, que tuvo más actitud que acierto, pero ya es más que la mayoría de sus compañeros.

Tan solo las paradas de Jaume evitaron una goleada mayor, como siempre. Cuando el mejor jugador de tu equipo es siempre el portero, debería dar que pensar al técnico. Los de Nuno siguieron siendo un coladero, y tanto Hulk como Dyuba o Danny, completaron todo tipo de jugadas que tan solo el acierto de Jaume evitó que terminaran en gol.

En una rápida transición en la que fallaron varios jugadores, Dzyuba terminó empujando el balón al fondo de la red para poner el 2-0. El Zenit supo en todo momento que darle el cuero al Valencia CF era un arma de doble filo para los chés. Ni serían capaces de crear ocasiones, y ayudarían al rival a crearlas. Inaudito. 

Nuno se vio obligado a dar entrada a Danilo por un lesionado Enzo Pérez, y pocos minutos después, tras varias semanas apartado de los partidos, entró De Paul por Cancelo, cambiando la formación del conjunto. La ausencia del lateral derecho dejó un hueco enorme que los rusos supieron aprovechar. En otra contra sin demasiada oposición, Vezo llegó tarde a cortar el balón y el colegiado le mostró la roja directa. Tocado y hundido.

El calendario del Valencia CF se antoja muy complicado, y la afición está harta de humillaciones a su escudo. Una plantilla construida entorno a un representante que solo busca llenarse el bolsillo, un entrenador sin ideas y unos jugadores sin alma, pero los que sufren siempre son los mismos, los que viajan para animar a los suyos, los que en pleno invierno o diluviando están llenando las gradas. Que no venga la meseta a hacer juicios de valores, pues no conocen la realidad de un club que por momentos pide a gritos que sus verdaderos dueños le salven.

Nuno se aferra a un clavo ardiendo para mantener su puesto, y ese clavo es el mismo que le trajo al club. Es mejor morir de pie que vivir de rodillas, señores.