Balvin es una realidad y merece ¡¡respeto!!

Javier Moreno / Foro deportivo

El mediodía de hoy en Sevilla ha dado para mucho, de un lado una entrevista a un chico encantador, algo tímido e introvertido, pero muy amable, Ondrej Balvin, y de otro, si lamentablemente de otro, los medios de comunicación sevillanos, o algo así, hoy no era el día de ver un partido, y digo bien de ver un partido, hoy era el día de ver y oír a un gran jugador y mejor persona, pero parece ser que si no hay alguna contraprestación a cambio no interesa, ya no sabe uno a qué atenerse, ya se verá el próximo partido en casa, probablemente habrá cola para acreditarse.

Ondrj analizó de forma cordial el magnífico ambiente existente en el vestuario y la perfecta conjunción entre jugadores y técnicos, de lo importante del choque que se avecina el próximo sábado en Andorra, y como éste puede marcar el devenir de la temporada, donde una victoria haría mirar hacia la Copa y una derrota, mejor ni pensarlo.

Cuando se le habla sobre su futuro, contesta con tranquilidad y dando sensación de veteranía, impropio de una persona de su edad, todo lo deja en manos de su agente y del club, club al que por otro lado se siente muy agradecido, aunque claro está, cuando se le nombra la NBA se le enciendan los ojos.

Ondrej Balvin asume su nuevo rol de jugador franquicia, acepta el reto de ser uno de los importantes dentro de la cancha, es más, lo desea fervientemente, trata de mejorar día a día,  se va familiarizando  con la presión y la responsabilidad, no  huye de ella, todo lo contrario, le encanta y por si fuera poco, le gusta sentirse protagonista.

Pero en todo evento de relevancia tiene que haber una nota discordante, y esta no fue otra que la escasa participación de los medios, tan escasa que rozaba la falta de respeto hacia un profesional como la copa de un pino, creo que este chico no era merecedor de tal afrenta, tampoco digo que tuviera que ser multitudinaria, pero si merecedora de más atención de la que se le ha prestado, no obstante todo ha transcurrido como debiera, y él con la cordialidad que le caracteriza nos atendió de manera ejemplar,  sin dar una sola muestra de desencanto, todo un ejemplo, ejemplo  del que esperamos  más de uno haya tomado nota, no refiriéndonos concretamente ni a los jugadores ni a los  técnicos, por que cabe recordar, sobre todo para los desmemoriados, que tanto club como medios nos necesitamos mutuamente.