Adán y Rubén hacen respirar al Betis (0-1)
08.11.2015 12:34Víctor Díaz / Foro Deportivo
MÁLAGA 0-BETIS 1
Volvió anoche el Betis de los partidos a domicilio, ese que, según reza su estadística, aún no ha perdido fuera de casa a excepción del partido del Bernabéu en la segunda jornada. Y lo hizo al menos en el resultado, logrando en La Rosaleda un triunfo que rompe la mala racha que llevaba en las tres últimas jornadas, y que le hace marcharse al próximo parón con una buena bombona de oxígeno.
Sí, lo decimos bien, bombona de oxígeno porque, así es en esencia el Real Betis Balompié, tres malos partidos habían hecho saltar la alarma de cara a buena parte de la afición hasta el punto, exagerando un poco, de que parecía que el Betis iba camino de segunda aun cuando todavía estaba algunos escalones por encima de la zona de descenso.
Y no es que el de ayer fuese un partido especialmente bueno, en absoluto. Pese a que las sensaciones béticas no fueron tan malas como en Granada o ante el Athletic, el Málaga fue mejor en líneas generales y se puede decir que mereció un mejor resultado; algo que evitaron los de casi siempre.
Las paradas de un gran Antonio Adán y la capacidad de “matador” de Rubén Castro rubricaron una gran jornada para la entidad verdiblanca, que se había iniciado horas antes en las aguas del Guadalquivir con el quinto triunfo consecutivo en la clásica regata Sevilla-Betis. Con quince puntos, los verdiblancos acabarán la jornada en mitad de la tabla, a seis de la frontera del descenso que ahora marcan Las Palmas y el propio Málaga.
ADÁN...
Como decimos, los de Javi Gracia, sin llegar a avasallar eso sí, se encontraron en varias fases del partido con un Adán que sacó, a veces incluso con paradas milagrosas, todo lo que llegó a su portería.
El balón fue principalmente de los malacitanos desde el inicio, debido entre otras cosas a la disposición táctica que planteó Pepe Mel, con Digard y Petros como doble pivote y otro “currante” como Cejudo en la banda derecha, dejando la imaginación para los artistas Joaquín y Rubén, y para un Van der Vaart que anoche regresó al once inicial, pero al que se le sigue viendo bastante falto de forma y de ritmo.
Así, el Málaga comenzó a rondar la portería verdiblanca casi desde el pitido inicial, con Duda y Thigadouini, más las incursiones y llegadas por la izquierda del ex bético Juan Carlos –o Juankar-. Fue este último, ante el nerviosismo de la zaga bética, quien tuvo la primera gran ocasión, con un remate a bocajarro con la izquierda desde el lateral del área que Adán despejó milagrosamente a córner; y minutos más tarde el holandés de ascendencia marroquí penetró por la zona central como Pedro por su casa y perdonó un claro disparo delante del guardameta bético.
No obstante, también el Betis tuvo sus llegadas a la contra en la primera mitad; especialmente una acción de Joaquín por la derecha con un centro medido que Rubén Castro, incomprensiblemente, mandó muy alto de cabeza, en franca posición.
...Y RUBÉN
Más tarde, sin embargo, el goleador bético estaría mucho más atinado. Porque, mediada la segunda parte, una indecisión en la salida del balón del Málaga por su banda derecha la aprovechó Varela para, con un toque, ponerle la pelota al delantero canario. Desde el perfil izquierdo, sin defensas que le inquietasen porque estaban todos descolocados, el canario no tuvo que hacer sino lo que mejor sabe: encarar al portero rival –en este caso Kameni- y batirlo con un disparo cruzado, efectuado con leve parábola. Siete goles ya para uno de los 4-5 mejores delanteros de la historia del Betis.
Era el minuto 64, y a partir de ahí el Málaga, a pesar de la poca precisión del Betis a la hora de desbaratar sus jugadas, fue poco más que un quiero y no puedo. A veces por sus propios errores, y a veces por los aciertos de Adán, que firmó en el minuto 76 una de las paradas de la jornada, al atajar y retener con una sola mano un peligrosísimo remate raso en volea de Charles, desde el punto de penalti.
Y nada más pasó, porque en adelante el Betis sí que supo aplicar oficio y el llamado “otro fútbol” para enfriar el partido ante un Málaga al que se le acabó la fuerza. La afición malagueña, en buena parte, acabó pidiendo la dimisión del jeque Al-Thani, viendo que su equipo, pese a las últimas victorias caseras frente a Real Sociedad y Deportivo, en absoluto acaba de arrancar.
Por su parte Mel aún tendrá que trabajar para que su Betis se vuelva a parecer más, sobre todo en casa, al de partidos como Valencia, Vallecas, o los segundos tiempos de Gijón o frente a la Real; y que así las victorias no dependan tanto de los dos más habituales. Este triunfo, en un campo donde su anfitrión llevaba, como decimos, dos victorias en los dos últimos choques ligueros, es un muy buen punto de partida para ello.
(FUENTE DE LA IMAGEN: PEPE ORTEGA / MARCA.COM)
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