A Ti, todo honor y toda gloria.

Dentro de las mieles de la vida las mejores cosas son aquellas que llegan de manera inesperada, súbita, lo que voltea de cabeza nuestro mundo y el de quienes nos importan. Por otro lado, lo mejor dentro de la vida cotidiana, aquella que es de agenda, de citas y horarios específicos, aquella que nos obliga a una ceremonia ritual que raya en lo mecánico, aquella que nos encadena a una monotonía específica, lo mejor de esa? es cuando de pronto las cosas nos salen tal y como las hemos planeado, cuando obtenemos exactamente los resultados por los que hemos trabajado. En este sentido hoy ha sido un día especialmente extraordinario.

El Betis ganó su único título de liga en el año en que mi abuela nació, esto sin embargo no debe ser tomado como hundir el dedo en la llaga o buscar faltar a nadie, no, de ninguna manera, esto para mi denota la proeza y lo sobrenatural dentro de una institución cuyo mayor activo es su gente. A mi me evoca un sentimiento de filiación muy grande y un respeto y admiración que no tengo para con ningún otro Club, una muestra del combustible con el que funciona esta gente maravillosa, el bético, es la presencia y profesionalidad de un tal Rubén Castro, nada mas y nada menos que el máximo artillero de la historia del Betis, no es tan carismático ni tan cálido y cercano para la opinión pública como lo es Joaquín, no es joven, impetuoso ni arrebatado como Petros o Ceballos, pero Rubén Castro es Rubén Castro y con eso basta. Dos goles como dos soles, uno con una ejecución prodigiosa de un tiro libre y el segundo a base de puro instinto, puro olfato goleador, puro corazón.

Adán por su parte, otro de los valores invaluables del equipo bético ha salvado por lo menos 5 o 6 balones que eran gol, así para pronto, aún estando en una encarnizada contienda que le significó 6 tantos encajados, aún siendo víctima del asedio y el ataque continuo, repetido e inmisericorde de parte del Barça, aún con eso a cuestas, hizo -entre otras paradas notables- lo siguiente: 

• Paró un tiro casi inatajable a Messi, un tiro al que Arda acudiría y de donde invalidaría con su actuar una acción que posiblemente hubiera hecho ver puerta una vez más al Barça por un fuera de lugar bien sancionado.
• Detuvo otro tiro de Messi casi a quemarropa considerando el alcance del argentino un par de minutos después.
• Se hizo con suma facilidad de un balón dirigido con una media tijera de Denis Suárez, significando una lección de posicionamiento para cualquier arquero en cualquier parte del mundo.
• Tras el 5-1, le ha parado otro tiro a Messi a bocajarro.

Un equipo que en general se ha comportado de manera ejemplar en el terreno de juego y un Betis que demuestra que una cosa es ser perdedor y otra es ser derrotado.

Derrotado por la mismísima Hidra de Lerna, un monstruo despiadado, implacable y virtualmente imposible de solventar cuerpo a cuerpo y sin ayuda de nadie.

Cambio de juego en diagonal de parte de Messi, una vez más en tres cuartos de terreno, una vez más con precisión y velocidad incomparables, una vez más de derecha a izquierda. El cuero es recentrado por Alba y Arda define con la parte externa del botín derecho yendo su pierna ligeramente hacia atrás y hacia afuera, abriendo el compás. 

Arda por entonces está agradecido sobremanera y Jordi está extasiado con el pase del extraterrestre.

Pase de Sergi Roberto a Messi en tres cuartos de terreno igualmente, pero, esta vez con una perspectiva más frontal de la meta de Adán, un control orientado que no es control sino sencillamente dejar que el balón siga su curso brevemente, un episodio de aceleración vertiginosa y un golpeo supremo, parte interna de la bota izquierda, comba hacia dentro, salvando defensores y arquero rival. 

El hombre perro del que habló un día Casciari ruge como el león rampante que es.

Adivinad, sí, correcto, tres cuartos de terreno, Messi abre a Sergi Roberto de forma muy delicada pero precisa, obliga pues al 20 a asentarse en el sitio del extremo derecho, Carnicer centra hacia atrás hacia un Suárez que se desmarca y recibe el pase con un potente disparo de primeras, dirigido a la esquina inferior izquierda del arco rival.

Pulgar, índice y anular. Minuto 42, 3-1, Barça.

Rechace en corner a favor del Betis, Arda ve a Suárez reculando, dirige la intención hacia él, comienza el vértigo. El uruguayo protege con el cuerpo el balón como ya es costumbre, pasa a Messi que subía raudo y veloz, conducción, recorte, pase de derecha a izquierda a Arda quien ya estaba posicionado, Suárez ha mantenido la diagonal hacia la derecha desde que se desvinculó del balón, Messi por su parte prosigue y recentra a Suárez tras un imponente pase vertical al espacio de parte del otomano.

Pulgar, índice y anular. Minuto 56, 4-1, regocijo.

Un parpadeo después Arda aprovecha el tumulto mental derivado de lo anterior y despoja, pase a Messi prácticamente desde la medular, encauce y aparición de un remate cruzado fortísimo de larga distancia.

Gol 314 del mayor anotador de la historia de La Liga.

Al minuto 82 llega un intento fallido de tiro libre, y digo fallido porque eso no era un tiro, era un misil teledirigido; hat-trick de Luis Suárez.

Foto: © Getty.

En un mundo paralelo, llegado el minuto 26 de un encuentro sin aparente relación con el presente que nos atañe en este escrito llega un remate de tiro libre guiado por los propios ángeles, un gol antológico. Ese tiro es contestado por otro al 59' y, de repente pasan 120 minutos sin que exista un vencedor, en la tanda final el quinto penalty es fallado por parte de los extranjeros en dicho universo ajeno y distante y es acertado por parte de uno de los locales, uno que ha sido vituperado, vejado y maltratado, criticado, señalado y usado de cabeza de turco, uno que cuya fe incluso ha sido censurada para no herir las susceptibilidades de nadie por parte de la incorruptible y salomónica FIFA.

Y yo me alegro mucho por él.

Además de todo hoy cumplió años el señor Augusto, un nene de 8 años que es mi hijo, y entre otras cosas y precisamente gracias a esa fiesta, porque hubo fiesta claro está, visité a la abuela de la que os hablé hacia el principio. Celebramos y comimos juntos por primera vez en mucho tiempo.

Os deseo con toda sinceridad que disfrutéis de un día así, que yo no puedo decir mas que lo mismo que ha dicho Neymar siempre que alcanza lograr un hito: a Ti, todo honor y toda gloria.

Un abrazo.