
Tarta de tres chocolates

Bibiana Varela / Crónicas del Pueblo
Dificultad: Muy fácil
Ingredientes para cuatro personas
Para realizar la base: 1 paquete de galletas y 60gr de mantequilla.
Para el relleno: 150 gr de chocolate negro; 150 gr de chocolate con leche; 150 gr. de chocolate blanco; 750 ml de nata; 750 ml de leche; 3 sobres de cuajada y 125 gr. de azúcar.
Utilizaremos un molde desmontable, será más práctico para que la tarta quede perfecta a la hora de presentar, al molde le ponemos papel de hornear para que la separación sea mucho más fácil.
Para empezar haremos la base de la tarta: Derretimos la mantequilla, bien al baño maría o bien durante dos minutos en el microondas a baja temperatura y la reservamos. Con una picadora, picamos bien las galletas de forma que queden lo más parecido a la arena.
Mezclamos en un bol las galletas trituradas con la mantequilla previamente derretida, hasta que se crea una pasta homogénea. Echamos dicha pasta en el molde de forma que quede bien cubierto y lo ponemos en la nevera para que se endurezca mientras hacemos la primera base de chocolate.
Capa de chocolate negro: Echamos en un cazo 150gr chocolate negro; 250 ml de nata; 250 ml de leche, 50 gr de azúcar y un sobre de cuajada. Se calienta hasta tener una crema de chocolate. Muy importante que no llegue a hervir. Se vierte sobre la base y se pone en la nevera mientras hacemos la siguiente capa.
Capa de chocolate con leche: Echamos en un cazo 150gr chocolate con leche; 250 ml de nata; 250 ml de leche, 50 gr de azúcar y un sobre de cuajada. Se calienta hasta tener una crema de chocolate. Muy importante que no llegue a hervir. Se vierte sobre la capa anterior (es mejor hacerlo sobre una cuchara dada la vuelta para que la caída sea más suave) y se pone en la nevera mientras hacemos la siguiente capa.
Finalmente realizaremos la capa de chocolate blanco: Echamos en un cazo 150gr chocolate blanco; 250 ml de nata; 250 ml de leche, 50 gr de azúcar y un sobre de cuajada. Se calienta hasta tener una crema de chocolate. Recordando que no llegue a hervir. Y vertemos sobre la capa anterior.
Ya tenemos la tarta terminada. La dejamos enfriar a temperatura ambiente y cuando este fría la metemos en la nevera y la reservamos hasta que la vayamos a comer.
Se desmolda y se decora de la forma que más nos guste.