Una valla mortal, por Lino Floriano

Estableciendo un paralelismo de amarga obviedad, no puedo dejar de pensar que las medidas disuasorias y de contencion q España, y por ende Europa, esta aplicando al problema de la inmigracion ilegal se parece mucho a la solucion que propondria un medico aplicando tiritas sobre la piel de un paciente que se desangra despues de seccionarse accidentalmente la femoral. La diferencia entre ambos ejemplos, es q posiblemente el paciente sufre este percance por causas ajenas a su voluntad y la sangre fluye obedeciendo mansamante los latidos de su corazon.
En el caso de Africa, no ha sido un accidente fortuito el que ha causado el corte, sino decadas del expolio sistematico de europa y america ( en minusculas). Ni siquiera Dios se ha acordado de ellos, sus representantes los castigan con el fuego eterno sin osan fornicar sin otro proposito que la procreacion, sin mas fin que traer al mundo miles de personas. Miles de corazones que latiran al otro lado de la verja con un unico proposito, salir del infierno en el que todos, por accion u omision, hemos convertido su tierra.
Por eso cuando veamos a cientos de personas llorando de alegria por el mero hecho de seguir existiendo un dia mas, no seamos tan hipocritas ni tan cabrones de pensar que eso se arregla poniendo las vallas mas altas.