Un Madrid “bipolar” asegura el liderato del grupo

Manuel Pérez /Foro Deportivo

    Shakhtar Donetsk 3- Real Madrid 4

El Madrid salió al Arena Lviv con el ánimo de olvidar el revolcón sufrido el sábado pasado y para ello, el “aún” técnico madridista Rafa Benítez dispuso una revolución en cuanto a nombres en el once inicial respecto al “clásico”.

Esta vez fueron de la partida: Casilla, Carvajal, Nacho, Pepe, Casemiro, Kovacic e Isco. El dibujo táctico sin embargo no cambió en gran medida con tres en el medio: Casemiro- Modric- Kovacic; Bale por izquierda, Isco por derecha y Cristiano como punta de lanza. El tiempo dirá si aquellos que esperaban hoy en la caseta son los señalados por el técnico madrileño o por el contrario simples rotaciones.

En cualquier caso el Real Madrid entró bien en el partido, con Modric como líder indiscutible en el medio bien flanqueado por Casemiro y Kovacic que por cierto, en fases del partido ofrece atisbos de lo que puede llegar a ser y en otras su presencia se vuelve casi insustancial en el devenir del partido. Como decía, el Madrid le cogió bien el aire al encuentro desde el principio, queriendo el balón, presionando muy arriba y recuperando rápido, avisando a los 2 minutos con un remate de Cristiano Ronaldo en un bonito pase interior de Modric, el crack portugués con ganas de demostrar lo que mejor sabe hacer, golear, tuvo ocasión de demostrarlo a los 18 minutos rematando con su cabeza una bonita triangulación entre Casemiro, Kovacic y Modric culminada con un gran pase con el exterior del pie hacia el desmarque de Gareth Bale que aprovechando la falta de velocidad del central y la mala salida del guardameta Pyatov  elevó el balón, Cristiano acompañó la jugada y remató sólo. 0-1 y los nervios apaciguados.

Pero el Madrid lejos de aprovechar la inercia del gol y someter definitivamente al Shakhtar Donetsk, perdió el control del juego y se dejó empujar hacia su área más por propia pereza y desidia que por capacidad técnica del rival, un rival por cierto, acostumbrado a comprar bien y vender aún mejor pero que las salidas de jugadores tan importantes en el ámbito internacional como Willian (Chelsea), Fernandinho (Man City) y Douglas Costa (Bayern) le han debilitado hasta convertirle en un equipo inofensivo. Así transcurrió la primera parte tan sólo salpicada por la lesión muscular de Varane ( y van 15), en un “querer y no poder” por parte ucraniana y el  pasotismo  merengue.

La segunda mitad comenzó como la primera, con el Madrid queriendo ser protagonista y consiguiéndolo con dos goles en los primeros compases del mismo. El 2º gol obra de Luka Modric culminando en el área pequeña  una jugada de Cristiano y el 3º y más bello de la noche, conseguido por Dani Carvajal que tras recorte en el vértice del área grande coloca el balón en la escuadra con pierna izquierda, demostrando a Benítez que entre él y Danilo hay por el momento, una distancia sideral. El partido cambió y vimos al Madrid jugando con espacios, como más le gusta, llegando con facilidad convirtiendo a Isco en actor principal, pero no fructificando su superioridad con más goles hasta ver llegar a Bale hasta la línea de fondo con una cabalgada tan rápida como elegante y poniendo el balón atrás para remate final de Cristiano Ronaldo, con el 0-4 llegó la sentencia definitiva, o eso debieron pensar todos en el bando madridista porque a partir de ese momento, el equipo se abandonó a la desidia y la pereza de una manera estrepitosa y vergonzosa. Encajó tres goles en diez minutos y acabó pidiendo la hora. Un final que nadie quiso y que deja el propósito de enmienda para el próximo domingo. Para bien o para mal, el fútbol siempre te ofrece otra oportunidad.