
Perdí el libro
01.03.2016 14:17Javier Romo / Crónicas del Pueblo
Es lo que tiene ser padre. Que cuando nacen los hijos estás tan nervioso que cuando llegas a casa no sabes si te dieron el libro de “Cómo educar”.
Y son tres, que aunque algunos digan que me fallan las matemáticas son tres. Y qué pánico da esto.
A diario, cuando me levanto, me miro al espejo y me pregunto: ¿Javier, lo estás haciendo bien?
Y esa es la duda que me mata. Saber si acierto o no. Perdí el puñetero libro y es la asignatura más complicada de toda mi vida.
La verdad que intento esmerarme al máximo. Estoy orgulloso de ellos. ¡Joder! Como para no estarlo.
Aunque sé que quizás la vida vivida en mis carnes me hace ser demasiado duro con ellos, simplemente por el hecho de no verles caer en mis mismos errores, me hace pensar en el acierto o desacierto de lo que hago. Y me come la cabeza.
Intentamos darles la mejor de las educaciones, pero ¿acertamos?
Ya me gustaría soñar con lo que soñamos todos los padres y nunca llega. Que se hagan mayores y se produzca un reconocimiento en forma de: “Papá/Javi. Tranquilo. Lo hiciste lo mejor que pudiste y te lo agradezco”.
La mayor. La sonrisa personificada. Pocas veces se puede ver una belleza igual. Y cuando canta… joder cuando canta. ¿La estaremos orientando hacia su mejor futuro? ¿La estaré fallando en algo?
Joder, no lo sé.
El mediano. Edad complicada. Piensa más en tema de faldas que en su futuro. Pero es lógico. Yo también lo hice. Pero me preocupa su futuro y mucho. No sé si le aprieto mucho pero la cabeza me dice que debo actuar así.
Y la peque… se hace mayor. 12 tacos ya. Pronto empezará a salir. Le queda un mundo por delante, un mar de opciones a elegir y me da pánico.
Y todo porque perdí el libro.
Y más cuando ahora caemos en la tentación de pasar el tema de la educación al tejado de los centros educativos.
En fin, ¿algún consejo?
Porque no tengo libro.
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