Odios heredados

30.03.2016 13:35

Ramón Buitrago / Crónicas del Pueblo

Odio, parece que estemos en la década del odio. ¿Pero cómo puedes odiar lo que no has conocido, lo que o has sufrido?

Una de las mayores atrocidades de la humanidad fue el genocidio judío de manos de la Alemania Nazi, nadie olvida las torturas y mujeres quemadas por el llamado Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, no deberíamos olvidar el genocidio de los nativos americanos, los fusilamientos de la guerra civil española y por desgracia un largo etcétera de masacres de hermanos contra hermanos por distintos motivos (según ellos) pero que en realidad se simplifica en uno solo. El odio al que piensa distinto a ti.

Todo queda reflejado en los libros de historia y me gustaría decir que todo esto sucedió hace cientos de años, miles de años, pero sería mentir.

Hay muy pocos países que se escapen, de no tener en su historia algún genocidio, masacre, limpieza étnica, comercio de esclavos o algún otro tipo de atrocidad contra el ser humano, contra sus propios hermanos que simplemente no pensaban igual, que el color de su piel era diferente o que su Dios no respondía al mismo nombre que el de la mayoría.

Pero llegados a este punto y en pleno siglo XXI ¿Debemos seguir odiando?

No creo que nadie siga odiando a todos los alemanes por el genocidio al pueblo judío, ni a los franceses por la masacre de Argelia, Las Purgas y las hambrunas de Stalin, La masacre de Ruanda, Canibalismo en Uganda, El genocidio Kurdo, todo creía que estaba superado, que el ser humano había aprendido la lección y que el odio había pasado a un segundo plano.

Pero últimamente veo con asombro que esto no es así, que nos seguimos odiando, por cualquier motivo, por cualquier recuerdo.

Odio a la derecha porque que abuelo de mi padre lo fusilaron, odio a la izquierda porque a la hermana de la abuela de mi madre la asesinaron y seguimos odiando y odiando y justificando las atrocidades que se cometen en el nombre y alzamiento de ese odio.

Todas estas y otras atrocidades que se cometieron en nombre de dioses y reyes, en nombre de razas y colores de piel, no debemos olvidarlas, es más nuestra obligación es recordarlas y hacer que se recuerden para que jamás vuelvan a ocurrir, para que jamás volvamos a asesinar por odios heredados y por supuesto jamás debemos justificar el odio, la muerte de inocentes, la masacre de personas que su único delito es que pasaban por allí.

Bajo ningún concepto, podemos intentar justificar un asesinato.

 

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