Nuevas formas humillación
20.03.2016 11:40Ramón Buitrago / Crónicas del Pueblo
La verdad que me apena más que me enfada (Y me enfada bastante) ver esta nueva generación de pseudopoliticos marcados profundamente por el odio y la intransigencia hacia los que no piensan igual que ellos. Hay maneras y maneras de hacer las cosas y en democracia hay herramientas suficientes para cambiar o protestar sobre absolutamente todo, sin necesidad de ofender o montar el numerito de cara a la foto a crear polémica para salir en la prensa.
Hace unos días nos echábamos las manos a la cabeza cuando vimos las imágenes de esos “hinchas” de futbol en una céntrica plaza de Madrid humillando, maltratando y riéndose de unas mujeres, han sido muchas las voces reclamando justicia y castigo para esos degenerados, cafres, inhumanos que son capaces de reírse y humillar a mujeres que viven en la miseria y piden para comer, pedimos cárcel, que actué la justicia, que los metan a la cárcel argumentando una vejación hacia la mujer y hacia el ser humano y no os confundáis a estos engendros de la naturaleza cualquier pena que les impongan me parecerá pequeña.
Pero, cuando alguien entra en una iglesia con la intención premeditada de ofender a todos los allí presentes y a todos los católicos ¿No es igual de detestable?.
Cuando alguien pretende boicotear cualquier acto, mostrando los pechos (Muy de moda ahora) o queriendo imitar los rituales de actos como la semana santa, pretendiendo imitar tales actos (Trono del coño insumiso) con imágenes claramente ofensivas y con la sola intención de molestar y ofender a millones de católicos.
Cuando en un acto oficial, se ridiculiza el Padre Nuestro, con una supuesta poesía, donde lo más elegante que se dice es “bendíceme el coño”.
Cuando no paras de leer que los votantes de otros partidos políticos son unos ignorantes y cómplices de los casos de corrupción de esos partidos.
Cuando ves que no se construye, que se trata de derruir todo o que hasta ahora, hemos considerado nuestra cultura, nuestras creencias, nuestra forma de vida. ¿No es también una nueva forma de humillar?
¿No es una forma de agredir a millones de personas?
La política es otra cosa, la democracia, es otra cosa y la libertad de expresión es otra cosa, no podemos utilizar esas palabras para poder ofender y humillar a millones de personas.
Democracia y libertad de expresión, solo sirven si la podemos utilizar todos, respetándonos los unos a los otros y midiendo bien nuestras palabras y actos para no ofender a nadie.
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