Me llama poderosamente la atención...

Ramón Buitrago / Crónicas del Pueblo

Me llama poderosamente la atención, las quejas reiterativas que recibo, y escucho tanto de la limpieza y recogida de basuras de nuestro municipio y de la limpieza y mantenimiento de nuestras playas. Y me llama la atención por la falta de concienciación, civismo y falta de colaboración, de muchos de nuestros vecinos.

Por supuesto que es necesario un buen servicio de limpieza y conste que no estoy defendiendo a la empresa que los realiza, ni quiero decir que no sean mejorables.

No es más limpio quien más limpia si no, quien menos ensucia, observo a niño cogidos de la mano de sus padres, tirando papeles y envoltorios de chucherías al suelo, sin el menor gesto de reprobación de quienes deben educarlos, veo señoras a las 4 de la tarde con casi 40 grados de temperatura, tirando las bolsas de basura al contenedor, todos los días paso por delante de uno de los puntos soterrados de recogida de basura y veo las bolsas y las cajas de nuestros desperdicios esparcidos por el suelo, veo a personas que sacan a sus mascotas, a hacer sus necesidades en parques, solares e incluso por la rambla y sus dueños no se molestan en recogerlas.

Está muy bien quejarse, y no solo en los bares, comercios o comentándolo con la vecina, sino presentando una reclamación en el departamento que corresponda de nuestro ayuntamiento, pero nosotros también tenemos unas normas que cumplir, un comportamiento cívico, que debemos enseñar a nuestro hijos y mascotas.

Hay unas normas municipales, que todos debemos de conocer y de cumplir. Pero también hay unas normas no escritas de convivencia de educación, de civismo que no solo debemos cumplir sino que debemos hacer cumplir.

La playa, la montaña, las aceras, las calles, también son nuestra casa, también deberíamos cuidarlas.

El hacer un mundo mejor, el cuidar al medio ambiente, empieza por no tirar un papel a la calle, en no dejarte las colillas y el envase de la cerveza en la playa, en no tirar la bolsa de patatas en el campo.

Vamos a poner un poquito de nuestra parte, vamos a cumplir las normas básicas de la convivencia, a tirar la basura a su hora, a hacerlo dentro del contenedor, a mantener nuestro pueblo limpio, evitemos incendios no arrojando basura al monte y después si nos tenemos que quejar de algún servicio, que no nos prestan o nos lo prestan mal. Una reclamación en toda regla y donde corresponda.