La mitad de una mentira.

José A. Martínez Herranz / Crónicas del Pueblo

Hace unos días en este mismo medio explicábamos brevemente cómo el tan cacareado déficit fiscal de 15.000 M € de Cataluña con el resto de España era una completa falsedad.

Se vio allí cómo, en un 50%, procedía de suponer (hecho falso) que se han ingresado los 7.000 M € de impuestos que se habrían recaudado si España no hubiera tenido déficit fiscal en el ejercicio que se considera, 2011. Vamos a ver ahora el otro 50%.

De la cantidad restante, 2.700 M € son déficit con Bruselas, consecuencia de nuestra pertenencia a la Unión Europea, no se trata por lo tanto de un déficit con el resto de España como pretenden malévolamente los independentistas a sabiendas. La pertenencia a la Unión Europea implica ciertamente transferencias en ambos sentidos y el saldo de las mismas en el ejercicio es, de acuerdo con los estudios que hoy parecen más solventes (1) de un montante aproximado de los ya citados 2.700 M €.

1. Seguimos aquí el artículo de Luis Ángel Hierro Recio y otros publicado en Revista de Estudios Regionales nº. 83

Los 4.300 M € restantes se explican, en su mayor parte, porque los partidarios de la secesión se equivocan o mienten al hacer la división o el reparto del coste de determinados servicios públicos como la defensa que son comunes para todos los españoles.

En efecto, los gastos comunes como la defensa es lógico que se repartan entre todos los ciudadanos, si en Cataluña vive el 16% de la población española la razón obliga a admitir que el gasto que nos toca es del 16%. No es de recibo decir (como hacen los partidarios de la secesión) a nosotros que nos atribuyan sólo el 6% y el 10% restante (800 M €) me los deben o me los roban. No se ajusta a la razón.

Pero, no solamente no es lo razonable, tampoco es lo justo, la pretensión anterior obligaría a que a los restantes ciudadanos se les atribuyera o se les hiciera pagar el doble por el mismo servicio de modo que se produciría el absurdo de que por un mismo servicio, la defensa que nos alcanza a todos, los catalanes pagáramos la tercera parte del coste y el resto de los españoles el coste no pagado por ellos, resultaría pues inadmisible desde una perspectiva de justicia.

En fin, una pretensión tan disparatada pugna igualmente con el principio de igualdad que constituye, como se sabe, uno de los principios fundamentales de nuestro ordenamiento y del pacto constitucional.

El déficit así “inventado” para la defensa (800 M €) se repite por los independentistas al calcular el coste imputable de la deuda pública (1.150 M €), las relaciones exteriores, organismos públicos (1.516 M€), etc.

Causa por todo ello estupor observar con cuanta convicción se repite cada día, en especial en los medios de comunicación públicos que, sin pudor alguno, se ponen por el Govern al servicio de la secesión, una falsedad que, como hemos visto, atenta frontalmente contra la ley, la justicia y la razón.