JAMÁS SIN TI, por Ramón Buitrago

02.10.2014 13:31

Jamás sin ti.

¿Cómo podría hacerlo?

Si sólo oír tus silencios

me ahoga,

un sólo segundo sin olerte

me desespera...

 

¿Cómo podría hacerlo?

 

Tu voz…  necesito oír tu voz,

aun siendo para reñirme,

necesito escuchar tu voz.

 

Que me acaricien tus sonidos,

que me envuelvan tus aromas,

que me ericen tus miradas.

 

Yo que me sumergí

en la profundidad de tus ojos,

navegué en las tormentas

de tus miradas,

y ahora quieres abandonarme

cual naufrago harapiento

en esta maldita isla.

 

Jamás sin ti.

Nada fui antes de conocerte

y nada soy si me abandonas.

 

¿Cómo podría hacerlo?

Permitir que te vayas,

sin luchar,

sin agarrarme con uñas y dientes

a la mínima posibilidad

de que te quedes conmigo,

o me dejes marchar a tu lado.

 

Y si esa que te ha elegido,

consigue llevarte,

maldigo a santos y dioses,

maldigo a iglesias y devotos

y repetiré a gritos que ¡Jamás sin ti!

 

Juro que me iré contigo,

juro que no podrá con nosotros,

si te elige a ti y no a mí

que, sea a los dos.

 

No se cómo se llama,

no quiero saberlo,

solo sé que  pretende

arrebatarme mi luz, mi aroma,

mi vida, a ti.

 

Si luchas conmigo,

si me dejas luchar a tu lado,

esa terrible enfermedad

no podrá con nosotros.

 

Y, si al final, es ella quien gana

jamás me quedaría aquí sin ti,

¿cómo podría hacerlo?

Simplemente… me iría con vosotros.

 

 

—————

Volver