Hoy me arde el corazón. Arde Gata
08.08.2015 22:16Almudena González de Sande / Crónicas del Pueblo
Me queman las lágrimas en el rostro y al caer se convierten en cenizas de pino, de jaras, de romero, de los aromas de los veranos de mi infancia, de los lugares de los míos y tan míos.
Me arden las manos mientras escribo y todo se convierte en troncos carbonizados, en sierra oscura y desnuda, en rostros desesperados, impotentes.
Ni siquiera las lágrimas del pueblo extremeño pueden sofocar las llamas.
Ni siquiera el trabajo denodado de los efectivos puede sofocar las lágrimas.
Ni siquiera la vuelta a casa y las palabras de apoyo podrán pintar de nuevo de colores el negro paisaje que ha dejado a su paso el devastador fuego.
Ni siquiera el paso de los años podrá hacer que perdonemos a quien tanto daño causó, a quien llenó de fuego, humo y llanto el estío de nuestros paisanos.
Quizá ni siquiera podamos perdonarnos a nosotros mismos por permanecer impasibles un verano más, una tragedia más.
Yo hoy no puedo, me arde Gata, me quema el alma.
Me arden las manos mientras escribo y todo se convierte en troncos carbonizados, en sierra oscura y desnuda, en rostros desesperados, impotentes.
Ni siquiera las lágrimas del pueblo extremeño pueden sofocar las llamas.
Ni siquiera el trabajo denodado de los efectivos puede sofocar las lágrimas.
Ni siquiera la vuelta a casa y las palabras de apoyo podrán pintar de nuevo de colores el negro paisaje que ha dejado a su paso el devastador fuego.
Ni siquiera el paso de los años podrá hacer que perdonemos a quien tanto daño causó, a quien llenó de fuego, humo y llanto el estío de nuestros paisanos.
Quizá ni siquiera podamos perdonarnos a nosotros mismos por permanecer impasibles un verano más, una tragedia más.
Yo hoy no puedo, me arde Gata, me quema el alma.
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