Eurovisión...falso e histriónico, por Javier Romo

Partiendo de que respeto la condición sexual de todo ser humano no tolero la falta de respeto hacia las personas y hacía los profesionales. Lo digo por el espectáculo sufrido ayer viendo un concurso cada vez más invivible como es Eurovisión. Cierto es que el nivel de este año era muy superior al de otros años. Pero ayer se demostró de nuevo que la sociedad europea, no sólo la española, deja mucho que desear.

Ganó Thomas Neuwirth en un intento de querer ser mujer y quedarse a medias. Y me refiero no a su condición sexual sino a la falta de respeto y de decoro. Su presencia ayer de la manera que lo hizo quería sólo llamar la atención, y así lo consiguió llevándose el triunfo ante acutaciones muchísimo mejores que la suya.

Si eres hombre y vas a un concurso afeitate o ve con una barba bien arreglada pero si eres mujer lo ideal es no tener barba, y menos pintarsela para que parezca más tupida.

Me imagino a su pareja (y esto es en plan de mofa, ya que también tenemos el derecho a reirnos de alguien que se pretende reir de nosotros) diciéndole mientras le da un beso en la boca: Ccariño no se si estoy comiendo los morros o el c...

O incluso a la hora de orinar, qué puerta elegiría.

El programa en sí no tuvo desperdicio. Desde la enorme pausa de la chica española que tenía que dar las puntuaciones, que por cierto, su pronunciación en el idioma inglés recordaba a "café con leche in Plaza Mayor" hasta que nuestro país concediera los 12 puntos al susodicho/a cantante.

No es la priemra vez que me quejo de esto, ya lo hice hace años con un grupo de no se qué que salieron difrazado de mosnstruos y en nuestra participación con Rodolfo Chiquilicuatre. Somos el hazmereír del mundo.

Y no solo eso. ahora que se oye lo que se gasta el gobierno en tal y cual, todavía no he escuchado a nadie que se queje de los 25 millones de euros que ha costado la organización de tan horroroso espectáculo. dinero que sale de nuestro bolsillo.

Y por cierto, me alegro de que nuestra amiga Ruth Lorenzo no ganase, no porque no se lo mereciera, ya que a mi me pareció la mejor junto al representante de Armenia, sino que para organizar el Festival (como corresponde al país del ganador) habría que pagar una tasa de 15 millones de euros.

Pero la ofensa hecha hacia sobre los profesionales de la música y de la canción ya no tiene vuelta atrás. Además de la dudosa manera de elección que siempre ha tenido este concurso.

En fin, lo mejor que acaben con este programa histriónico y caro que sigue embobando a una sociedad ahora a nivel internacional.