Conversiones

13.06.2016 20:03

Alberto Gil / Crónicas del Pueblo

Una caja puede no ser nada, pero si encierra la joya de tus sueños se convierte en cofre del más rico tesoro.

Un soplo de aire puede no ser nada, pero si silba con la insinuante melodía de tu cortejo acaba convirtiéndose en la mejor de las sinfonías.

Una gota de agua puede no ser nada, pero si corresponde al mágico perfume de tus fantasías acaba convirtiéndose en néctar de flores salvajes.

Un paso puede no ser nada, pero si sirve para alcanzar tus miradas de picardía acaba siendo el puente que atraviesa el horizonte.

Una palabra puede no ser nada, pero si tú la pronuncias con la lengua de tus dedos, acaba convirtiéndose en el más excelso de los poemas.

Un suspiro puede parecer un simple acto fisiológico para respirar, pero si se debe al jadeo que germina en tus abrazos, acaba convirtiéndose en la llave que abre las puertas del paraíso.

Un brindis puede no ser nada si se hace en solitario, pero construido entre la copa de mis deseos y la de tus fantasías, acaba convirtiéndose en el más sublime de los actos.

Una despedida puede no ser nada, pero si corresponde a tu adiós definitivo acaba convirtiéndose en la peor de las tragedias.

 Buenas noches y que la dulzura de los sueños acunen tu descanso.

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